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El Alcalde Obrero y sus Principios
24 Julio 2008
Hoy se cumplen 5 años del fallecimiento del ex alcalde Pedro Araya Ortiz, un gran ciudadano antofagastino, recordado y querido por muchos. Por Carlos Alberto Saavedra
Carlos Alberto ... >
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Antofagasta, recordemos al protector de los pobres, el doctor Antonio Rendic Ivanovic, también conocido como Ivo Sergeel; al recordado Alcalde Poblete Cortes; José Papic Radnic; Andrés Sabella Gálvez, y tantos que con un grano de arena han aportado al engrandecimiento de nuestra pujante ciudad.
Hoy en día, se cumple un nuevo año del fallecimiento de otro gran ciudadano antofagastino, como pocos han existido en nuestra hermosa ciudad de Antofagasta.
Su historia: Varios años atrás, nació un obrero de la construcción antofagastino, que con el tiempo se dedicó a la vida pública, participando en distintas funciones; tanto sociales como políticas. Una de ellas fue haber sido, en varias oportunidades, edil de nuestra hermosa Ilustre Municipalidad de Antofagasta, periodos comprendidos desde un 28 de junio de 1992 hasta la fecha de su fallecimiento, un día jueves 24 de Julio del 2003.
Su Historial Público
Fue elegido Diputado (Antofagasta, Tocopilla, El Loa y Taltal), durante el período de 1965 a 1969. Allí formó parte de la Comisión de Salud Pública, de la Comisión de Vivienda y Urbanismo y de la Comisión de Obras Públicas.
Posteriormente, fue electo nuevamente en el mismo cargo durante el período de 1973 a 1977, participando en la Comisión de Vivienda y Urbanismo. Tras el Golpe Militar del 11 de septiembre de 1973, fue destituido del cargo por la disolución del Congreso Nacional.
En sus últimos días de vida y tras permanecer diecisiete internado en el Hospital Clínico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, don Pedro Araya Ortiz, falleció la mañana del 24 de julio de 2003, víctima de una infección pulmonar. Su cuerpo descansa en el Cementerio General Nº 2 de Antofagasta.
El recuerdo hacia su persona sigue tan vigente como si hubiese sido ayer. Fue un hombre que actúo en consecuencia y transparencia.
El solo hecho de aceptar su condición cristiana le abrió las puertas para estar en el reino, con nuestro señor Jesucristo. Valga mi reconocimiento a sus familiares y amistades, que en todo momento han recordado la memoria de quien fuera en vida un gran Alcalde, el Alcalde obrero de la Construcción.
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"Las opiniones vertidas en los comentarios son de exclusiva responsabilidad de los ciudadanos que las emiten y no representan necesariamente a El Nortero, medio que sólo actúa como plataforma de expresión democrática. Más detalles en Normas de Uso para Comentarios"
Hoy en día, se cumple un nuevo año del fallecimiento de otro gran ciudadano antofagastino, como pocos han existido en nuestra hermosa ciudad de Antofagasta.
Su historia: Varios años atrás, nació un obrero de la construcción antofagastino, que con el tiempo se dedicó a la vida pública, participando en distintas funciones; tanto sociales como políticas. Una de ellas fue haber sido, en varias oportunidades, edil de nuestra hermosa Ilustre Municipalidad de Antofagasta, periodos comprendidos desde un 28 de junio de 1992 hasta la fecha de su fallecimiento, un día jueves 24 de Julio del 2003.
Su Historial Público
Fue elegido Diputado (Antofagasta, Tocopilla, El Loa y Taltal), durante el período de 1965 a 1969. Allí formó parte de la Comisión de Salud Pública, de la Comisión de Vivienda y Urbanismo y de la Comisión de Obras Públicas.
Posteriormente, fue electo nuevamente en el mismo cargo durante el período de 1973 a 1977, participando en la Comisión de Vivienda y Urbanismo. Tras el Golpe Militar del 11 de septiembre de 1973, fue destituido del cargo por la disolución del Congreso Nacional.
En sus últimos días de vida y tras permanecer diecisiete internado en el Hospital Clínico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, don Pedro Araya Ortiz, falleció la mañana del 24 de julio de 2003, víctima de una infección pulmonar. Su cuerpo descansa en el Cementerio General Nº 2 de Antofagasta.
El recuerdo hacia su persona sigue tan vigente como si hubiese sido ayer. Fue un hombre que actúo en consecuencia y transparencia.
El solo hecho de aceptar su condición cristiana le abrió las puertas para estar en el reino, con nuestro señor Jesucristo. Valga mi reconocimiento a sus familiares y amistades, que en todo momento han recordado la memoria de quien fuera en vida un gran Alcalde, el Alcalde obrero de la Construcción.
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