Distintos periódicos de circulación nacional e internacional están informando sobre la compleja situación por la que atraviesa Minera Collahuasi, principalmente por los bruscos cambios en sus plana ejecutiva ante la baja producción alcanzada en los dos últimos años, factor que provocó la intervención de la empresa, la destitución de su presidente Giancarlo Bruno y de otros ejecutivos, instalando una comisión interventora compuesta por un directivo de cada una de las dos principales propietarias, Anglo American y Xstrata.

La intervención de Collahuasi es sólo uno de los problemas que acarrean sus casas matrices, en donde incluso se comenzó a cuestionar a sus ejecutivos de mayor rango, como es el caso de Cynthia Carroll en Anglo American. Entre las razones de la baja productividad se ha destacado, además de las evidentes insuficiencias de gestión, los conflictos laborales, el clima y los accidentes. Frente a ello, y por ser parte esencial en el funcionamiento de la empresa, declaramos lo siguiente.

1. Los problemas al interior de Collahuasi se generaron específicamente por la ineficiente forma de administración de un equipo que derechamente fracasó en la dirección de la compañía.

2. Entre las falencias que dejaron las administraciones encabezadas por John Evans y Giancarlo Bruno, se encuentran las pésimas relaciones que se estableció con los trabajadores, manifestadas en innumerables prácticas y maniobras antisindicales. La opinión pública nacional observó durante la pasada negociación colectiva la insólita conducta de Minera Collahuasi que enfrentó una simple huelga con inusitada agresividad e insólitamente, en vez de concentrar su objetivo en negociar, se dedicó a descolgar a los trabajadores movilizados mediante amenazas, sucios ofrecimientos, presión a las familias y falsos rumores. La publicidad en los medios de comunicación es testigo de ello. En definitiva, la compañía apostó a una derrota supuestamente ejemplar y a destruir el sindicato, enturbiando  relaciones que hasta el momento no se recomponen.

4. Además, el desconocimiento de acuerdos obligó el año pasado a los trabajadores a movilizarse en tres oportunidades y si bien es cierto, se repuso un beneficio económico, hubo 36 arbitrarios despidos  y 32 cartas de amedrentamiento, todo por el solo hecho de protestar. ¿Qué empresa de nivel mundial puede funcionar despidiendo a sus trabajadores por movilizarse? ¿Así se estimula al  personal a trabajar con entusiasmo? ¿Por qué los supervisores y otros ejecutivos permanentemente hablan contra los dirigentes sindicales e incentivan a su destitución?  Señalamos lo anterior porque es imposible disociar productividad sin relaciones laborales óptimas y sobre todo, sin ponderación con la organización de los trabajadores.

5. De la misma forma, señalamos que cualquier cambio que se efectúe no puede hacerse perjudicando a los trabajadores por el contrario debe traerles un beneficios y, además, tiene que efectuarse de manera eficiente. Las peticiones de los trabajadores fueron enviadas a la gerencia de RRHH el pasado 26 de julio, en ellas se destacan resolver los parámetros del bono de producción, protocolizar el bono de emergencia, solucionar la problemática de salud, corregir el ART, precisar el organigrama de descriptores, fijar bien las vacaciones, terminar con las prácticas antisindicales y el maltrato de los supervisores y resolver los problemas del control horario. Este último, sin que vulnere la jornada excepcional.

6. Reiteramos nuestra decisión a cooperar en todo lo que signifique resolver los problemas de la compañía, dependerá que se respete la estabilidad de los trabajadores y se les compense por el tremendo esfuerzo que realizan a diario y que un incentivo económico no signifique el término de alguna conquista.

Manuel Muñoz Barrientos

Presidente Sindicato Collahuasi