Bestiario de Chile: Criaturas y mitos de norte a sur

Bestiario de Chile: Criaturas y mitos de norte a sur

10 Junio 2023
Libro ilustrado presenta 25 seres mitológicos con relatos basados en la oralidad.
Daniel Carrillo... >
authenticated user
Bestiario de Chile: Criaturas y mitos de norte a sur

“Nosotros no creemos en brujos, no. Pero de que vuelan, vuelan”. Esas frases, que cierran el capítulo dedicado a “Los brujos de Salamanca”, reflejan muy bien el espíritu de “Bestiario de Chile” (SM, 2022), escrito por Andrés Montero e ilustrado por Diego Donoso Suazola.

Entre la fantasía, la tradición, la incredulidad y el miedo, las 55 páginas de este libro presentan 25 criaturas mitológicas desperdigadas a lo largo y angosto de nuestro país.

Por el norte, el viaje comienza con el “Alicanto”, un pájaro sin sombra y con los ojos y alas fosforescentes, que no puede volar debido a su peso, ya que se alimenta de metales preciosos, como oro y plata. Por lo tanto, puede ser un buen guía para aquellos ambiciosos en busca de una veta de fortuna, aunque por lo que cuentan es más probable que los lleve hacia su perdición.

En el otro extremo, en Magallanes, el “Kawtcho”, un gigante de dos cuernos, gorro de hierro y luces en el pecho, que vive bajo tierra y sale solo de noche, parece ser el responsable de la llamada “luz mala”, que atrae fatalmente a las personas en medio de la oscuridad. Entre ambos, un sinfín de seres y leyendas, como “La Calchona”; “El Piuchén”, que vendría ser el “verdadero” chupacabras; “El Cuero” o “La Llorona”, van marcando los hitos en un viaje mágico y, a ratos, aterrador. Obviamente también aparecen criaturas y mitos chilotes, como “La Pincoya” y “El Trauco”. Claro que también este Bestiario incluye conjuros para evitar que ocurra lo peor, como en el caso del “Anchanchu” del altiplano o de los ya mencionados brujos de Salamanca.

Sin duda no se trata de todos los monstruos legendarios que existen en Chile, pero como explica el escritor Andrés Montero, en la despedida del libro, esta publicación se quiso enfocar en algunos de aquellos “que siguen vivos”. Es decir, aquellos de los que se continúa hablando en las diversas regiones y localidades. Porque la base del viaje propuesto por el autor está en la oralidad, cuya fórmula se intenta replicar en los relatos que se presentan, y según destaca Montero, aún está muy despierta y activa. Por tanto, evita hablar de un “rescate”, ya que estas figuras aún siguen fascinando y atemorizando a los habitantes de nuestro país, y principalmente a los más pequeños.