Salman Rushdie: A Veinte Años de los Versos Satánicos

Salman Rushdie: A Veinte Años de los Versos Satánicos

03 Enero 2009
En 1989 el clero iraní ofreció US$6 millones a quien asesinara a Salman Rushdie y se agregó otro galardón al que muriera intentando asesinar al escritor: el cielo. ¿El pecado? Haber escrito Los Versos Satánicos. Por José Martínez Fernández
José Martínez F... >
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Hace exactamente veinte años el mundo se conmovió ante un hecho insólito.
Un escritor hindú de origen británico, llamado Salman Rushdie, atrajo todas las miradas sobre él. Si bien Rushdie era un importantísimo novelista, con HITOS DE LA MEDIANOCHE, ocho años antes, había obtenido el galardón literario más importante de Inglaterra: el Booker Prize, pero aún no alcanzaba nombradía mundial.
Esa fama se la daría el clero iraní al considerar que su nueva novela, LOS VERSOS SATÁNICOS, asumía un ataque contra el islamismo. Ese clero ofreció seis millones de dólares por la cabeza del escritor.
El ayatollah Khomeini señaló que quien muriera en el intento de asesinar a Rushdie obtendría “un lugar en el cielo”.
El delito del novelista era haber “atacado” al islamismo, deformando la sustancia de la fe de Mahoma y con ello haber “injuriado” al mundo musulmán.
En Irán hubo intensas revueltas, también ellas –en menor escala- se dieron en India y Pakistán. En diversos países se atacaron librerías, se amenazaron a editores.
Ante tanta virulencia Inglaterra ordenó a su policía proteger al entonces ya muy célebre autor. Salman Rushdie debió vivir prisionero, en lugares desconocidos, debido al edicto del gobernante iraní, y aunque éste falleció poco después, la “condena” contra el novelista siguió vigente.
Y, al parecer, sigue vigente, puesto que el autor –vaya donde vaya- sigue siendo protegido.
Es peculiar el hecho que el creador de LOS VERSOS SATÁNICOS se haya adelantado a la agresión de parte del mundo musulmán contra el occidental, porque no otra cosa fue el ataque a las Torres Gemelas en Estados Unidos, el mismo país en que dominan los cristianos evangélicos, quienes, en 1989, también hicieron causa común con los musulmanes frente al texto de Rushdie, quien hizo famosa su frase: “Hay demasiados demonios dentro de la gente que clama su creencia en Dios”.
Prácticamente todas las religiones –a pesar de sus diferencias- hicieron causa común contra LOS VERSOS SATÁNICOS y la condena a su autor fue aclamada o, en instancia última, ignorada.
Ahora que se cumplen veinte años del edicto iraní estamos seguros que Inglaterra ordenará una mayor vigilancia en torno a Salman Rushdie, la que también se realiza en los países occidentales.
No es posible que en nuestros tiempos aún la expresión crítica – e incluso la supuesta “blasfemia”- sufran la condena, las amenazas que un mundo libre debe tener, peor aún cuando quien, en su famosa novela, no citó a los personajes religiosos islámicos con sus verdaderos nombres: usó nombres de fantasía, para evitarse –obviamente- el rechazo del mundo musulmán. No lo consiguió.
El edicto iraní sigue vigente. Y han pasado dos décadas.