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Desastres y derechos humanos. Los efectos del calentamiento global [12]están alterando los sistemas climáticos en todo el planeta con fenómenos inusualmente intensos y frecuentes, que ponen a las personas en situación de vulnerabilidad frente a los peligros que los acompañan.

Esto lo pudimos evidenciar durante el evento meteorológico extremo de febrero de 2019, que causó una disrupción significativa de las actividades en ciudades y pueblos interiores de Tarapacá. Un enfoque de derecho humanos para enfrentar estas situaciones es indispensable para para proveer las condiciones de desarrollo humano, económico, sanitario, ambiental y de sostenibilidad en el territorio regional. 

Lo anterior, implica que el Estado reconoce los derechos de las personas afectadas por un desastre a recibir protección y la asistencia necesaria para garantizar condiciones básicas de dignidad y seguridad. Estos se basan en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario, que emanan de los principios de humanidad y del imperativo humanitario que consagran el derecho a vivir con dignidad; el derecho a recibir asistencia humanitaria y también el derecho a la protección y a la seguridad. Por lo tanto, las acciones de prevención, respuesta y recuperación ante desastres se deben enmarcar en el derecho humanitario para asegurar la protección a las personas afectadas. 

En esta materia se han realizado una serie de iniciativas. Algunos de los hitos más recientes son la creación en 1998 del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático [13] (IPCC), organismo de las Naciones Unidas [14] para evaluar la ciencia relacionada con el cambio climático y cuyo objetivo es proveer a los gobiernos de la información científica para que puedan desarrollar políticas climáticas. 2015 es el año de los acuerdos internacionales, los líderes mundiales acordaron la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible [15] (ODS), un conjunto de 17 objetivos globales para el desarrollo que incluyen la erradicación de la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos.

En concordancia con estos acuerdos ese mismo año se materializa el Marco de Sendai [16] para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015 -2030 (marzo 2015), que fue adoptado por 187 Estados en la Tercera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Reducción del Riesgo de Desastres en Sendai, Japón.

Ver también: Cambio climático: S.O.S Tarapacá en Peligro [17]

Medidas de control de desastres naturales

Este marco de trabajo vinculante establece que los Estados deben adoptar medidas específicas en todos los sectores para: (1) Comprender el riesgo de desastres; (2) Fortalecer la gobernanza del riesgo de desastres para gestionarlo a nivel nacional, regional y mundial; (3) Invertir en la reducción del riesgo de desastres para la resiliencia y (4) Aumentar la preparación para casos de desastre a fin de dar una respuesta eficaz y para “reconstruir mejor” en los ámbitos de la recuperación, la rehabilitación y la reconstrucción.

En línea con estas preocupaciones también en 2015 un total de 195 países logran un acuerdo sobre el cambio climático, conocido como Acuerdo de París [18] (2015), el cual presenta un plan de actuación para limitar el calentamiento del planeta por debajo de 2 °C.