Lograron sintetizar un nuevo elemento de la tabla periódica

Lograron sintetizar un nuevo elemento de la tabla periódica

03 Mayo 2014

Un laboratorio alemán creo 4 átomos del elemento 117.

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Cuando hablamos de la tabla periódica parece ser que hay una relación directamente proporcional entre el número atómico (Z) y la complejidad del nombre del elemento. Esta relación también aplica con los grupos de elementos, como los transactínidos, que se definen como elementos, que son transuránicos, con Z mayor que el lawrencio (el más pesado de los actínidos).  Es decir, elementos superpesados donde Z > 103.

Estos elementos se encuentran agrupados en el bloque d de la tabla periódica y solo encuentran por un proceso de síntesis en un laboratorio; y es precisamente eso de lo que vamos a hablar hoy, porque hoy es uno de esos días donde se confirmó la existencia de un nuevo elemento de la tabla periódica.

Pero hay un problema: ¿Cómo llamarlo? “Elemento 117” no es un nombre muy bonito, pero Ununseptio (Uup) es igual de agradable de un infarto cerebral en una  mañana de verano. Pero la otra propuesta, eka-astato, también es particularmente feo. Por eso, y para no tener más problemas, se le conoce como elemento 117 en la literatura. Aunque eso va a cambiar pronto porque el laboratorio GSI en Darmstadt, Alemania detectó el elemento por tercera vez en la historia lo que las Uniones de Química y Física Pura y Aplicada (IUPAP y IUPAC) no podrán ignorar.  El protocolo indica que la IUPAC y la IUPAP convocarán a un grupo de trabajo conjunto para incluir el elemento, con su nuevo nombre, en la tabla periódica.

Crear un nuevo elemento es un tópico de frontera y se requiere, a grosso modo, fusionar núcleos de átomos más pequeños para tener la cantidad justa de protones. El GSI logró esto colisionando 10^19 átomos de calcio-48 (con 20 protones y 28 neutrones) contra berkelio-249 (con 97 protones). ¿El resultado? una firma de decaimiento radiactivo que duró una décima de segundo y confirmó la creación de cuatro núcleos del elemento 117.  Estos cuatro átomos son los átomos más pesados jamás observados, cuarenta porciento más pesados que el plomo.

Detengámonos un segundo y consideremos eso: no tenemos patinetas voladoras, ni la Torre de Wardenclyffe, o una mucama robót. La era nuclear se terminó y  la singularidad, aunque me encanta decir que ya es inevitable, no se ve en un futuro cercano. Pero podemos crear elementos, podemos tomar átomos, algo que se propuso cinco siglos antes de Cristo., uno de los bloques de Lego del universo, una nube de partículas con cargas neutras y positivas, chocarlas dentro de salchichas de metal que miden kilometros de largo y  en el proceso crear nuevos tipos de estos mismos “bloques elementales". Para mi  eso es impresionante, aterrador y esperanzador a la vez.

¿No es, acaso, hermosa la ciencia?