Las faenas mineras y su incidencia en la alta tasa de contagio de Covid-19 en Tarapacá

Las faenas mineras y su incidencia en la alta tasa de contagio de Covid-19 en Tarapacá

11 Agosto 2020

Hoy ya es evidente la necesidad de que la minería haga los mismos esfuerzos de otros sectores económicos.

Jose Miguel Carvajal >
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Si bien es de vital importancia como núcleo generador de ingresos para el país, la minería sigue al debe con la región de Tarapacá en términos de responsabilidad con la sociedad que la acoge.  Situación que se extiende a otras regiones de Chile.

Las comunas de Iquique, Alto Hospicio y Pozo Almonte han estado en cuarentena por más de dos meses de cuarentena. Esa última y Pica, son las principales comunas “dormitorio” de las cinco faenas mineras que operan en Tarapacá. Ambas con un importante porcentaje de adultos mayores entre sus habitantes y cifras de contagio que no disminuyen.

Por su parte Iquique -y principalmente Alto Hospicio- muestran un gran incremento de condiciones de hacinamiento que incide directamente en el rápido contagio de Covid-19.

La preocupación ha sido constante entre los habitantes de la Provincia del Tamarugal (Camiña, Huara, Colchane, Pozo Almonte y Pica) porque ven a diario el transito de camionetas y la llegada de trabajadores de tras regiones el país, a estas comunas que tampoco cuentan con las instalaciones de salud adecuadas para tratar a pacientes infectados con Covid -19: sólo existen dos Cesfam en la zona.

Mucho antes del alza de contagios en nuestra región planteé la necesidad de tomar medidas al respecto. Hoy ya es evidente la necesidad de que la minería haga los mismos esfuerzos de otros sectores económicos –que por cierto, están muy dañados y sufren una incertidumbre brutal respecto a su futuro- y considere el cuidado de sus trabajadores, ya sabemos que son varios los casos reportados en distintas faenas. Muchos todavía tenemos la percepción que el constante viaje de mineros de otras regiones a nuestra ciudad, provocó una transmisión mayor del virus en la provincia del Tamarugal, la preocupación por nuestra población es grande.

La población total del Tamarugal es de alrededor de 29 mil personas, y sus índices de contagio pueden parecer poco alarmantes proporcionalmente y es debido netamente a que el grueso de los casos positivos son reportados en Iquique, una vez que el trabajador baja de la faena.

En medio de esta pandemia se hace mas grave el brote de asentamientos humanos ocasionado por la ecuación del alza del precio de los arriendos provocado por el importante número de trabajadores mineros foráneos que llega a habitar en Iquique, Pozo Almonte y Pica, versus –o en relación- a otros sectores productivos como el turismo o servicios, dando como resultado el incremento de tomas y campamentos, que se ven principalmente en Alto Hospicio y que se suma al importante déficit de vivienda de la región.  En resumen: aquellas familias que no trabajan en minería se ven forzadas a vivir en tomas porque no pueden pagar un arriendo. Estimaciones del Consejo Regional hablan que cerca del 40% de los trabajadores de las faenas mineras proviene de otras ciudades.

En Tarapacá –según catastro del Ministerio de Vivienda- tenemos la mayor cantidad de personas viviendo en “tomas”. El informe indica que entre 2011 y 2019 éstas aumentaron de 6 a 40. Son cerca de 20 mil personas viviendo en campamentos, eso se traduce en 4 mil familias aproximadamente. En Antofagasta, la otra principal región minera pasaron de 28 a 79, en igual periodo.

El hacinamiento alcanza a 3,3 personas por hogar (no hay hacinamiento si el índice es menor o igual a 2), concentradas mayoritariamente en Alto Hospicio. con todo el detrimento en su calidad de vida asociada a esta situación: daño en su salud física o mental, y desde luego incidiendo en el alto índice de contagios de Covid-19 en la región.

El lunes 10 de agosto, la región contabilizaba 52 nuevos casos - 618 son activos-, totalizando 9.419 desde el inicio de la pandemia. Y son 182 las personas fallecidas.

No deja de asombrarme cómo este sector sigue siendo intocable. De una u otra manera todos podemos contagiarnos, personas con enfermedades crónicas, adultos mayores y también niños o jóvenes pueden perder su vida. Sin embargo, la minería en nuestra región no detiene sus operaciones. El comercio de Zofri, o el turismo, que generan una tasa mucho mayor empleo en la región, se detuvieron hace mucho tiempo, y las ferias ambulantes se muestran muy  disminuidas. Pero las empresas mineras siguen con su producción normal y sin mayores medidas de seguridad para sus trabajadores.

José Miguel Carvajal

Consejero Regional de Tarapacá

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