Revuelo causó una investigación dada a conocer este jueves por un noticiario de televisión, que presentaba un instructivo elaborado por el Ejército que exigía una serie de parámetros a la hora de la selección de personal e indicaba excluir personas con problemas socioeconómicos, delictuales, homosexuales e incluso testigos de Jehová.

El texto – según reveló el reportaje – fue firmado por el general de la I División del Ejército, Cristián Chateau Magalhaes, el 20 de febrero de 2012 en Antofagasta. El documento llamaba a tener un sistema de reclutamiento muy minucioso, que privilegiara a los “ciudadanos más idóneos moral e intelectualmente capacitados”, y excluyera a “aquellos que presenten problemas de salud física, mental, socioeconómica, delictuales, consumidores de drogas, homosexuales, objetores de conciencia y testigos de Jehová”.

Consultado por el canal de televisión el general Chateau señaló el oficio se elaboró “en el contexto de las políticas para la selección y acuartelamiento del contingente. El espíritu que lleva a generar este documento es establecer ciertas disposiciones de seguridad para poder realizar ese proceso de selección y, más que nada, orientar a esas comisiones de selección”.

Un procedimiento que fue “rechazado categóricamente” esta mañana por el Ministerio de Defensa a través de una declaración pública.

Desde la cartera de gobierno consideraron “inaceptable los términos y contenidos de la disposición interna relativa a los procedimientos de selección de contingente para el servicio militar emanada de la Comandancia  de la I División de Ejército”.

Por lo mismo, la secretaría de Estado informó que se ordenó al Comandante en Jefe del Ejército, general, Juan Miguel Fuente-Alba, “la revisión inmediata de toda la normativa institucional, a fin de proceder a la derogación formal y orgánica de toda disposición, instrucción o regla que no se ajuste a lo dispuesto en la Ley  N°20609, publicada el 24 de Julio del presente año”.

Sin embargo, el polémico instructivo ya ha generado críticas en distintas organizaciones sociales. Desde la Fundación Iguales, presidida por el escritor Pablo Simonetim afirmaron que el texto “perpetúa la criminalización y patologización que ha sufrido históricamente la diversidad sexual, pero no solo discrimina por orientación sexual, sino también por situación socioeconómica y credo religioso. El párrafo es totalmente explícito en plantear una discriminación arbitraria”.