Embarazo e hipertensión: Cuídate sin angustias

Embarazo e hipertensión: Cuídate sin angustias

21 Julio 2011

Los problemas de presión alta pueden aparecer antes del embarazo o también desencadenarse durante el período de gestación.  Sea como sea, es posible tratar este problema con los controles y cuidados prenatales adecuados.

Revista Carrusel >
authenticated user

De acuerdo a documentos del Ministerio de Salud de nuestro país, más o menos el 50% de la población hipertensa no conoce su condición y por lo mismo no controla su enfermedad.  Otras cifras indican que el ocho por ciento de las mujeres padece hipertensión durante el embarazo.

Ante la posibilidad de que seas parte de ese grupo que aún no sabe que tiene este problema de salud y estés embarazada, o si lo sabes y estás preocupada, te invitamos a revisar esta nota en la que veremos algunos aspectos importantes para que tengas en cuenta, siempre con la idea que estés bien informada y no te asustes de más.

El control habitual que debe tener una embarazada hipertensa incluye algunos, o todos los siguientes pasos:

  • - Control semanal de la hipertensión arterial
  • - Restricción de la actividad física
  • - Análisis de laboratorio, de sangre y orina
  • - Electrocardiograma
  • - Ecografías cada 3 semanas
  • - Registro de la frecuencia de los movimientos fetales
  • - Monitoreo fetal periódico
  • - Cultivo de orina
  • - Examen del fondo del ojo

Cuando hablamos de hipertensión debemos –previamente- saber que la fuerza que ejerce la sangre al interior de las arterias es la presión arterial.  Las arterias son los vasos sanguíneos por los que se transporta a todo el organismo la sangre rica en oxígeno.  Cuando la presión arterial se eleva más allá de lo normal aparece la hipertensión o presión arterial alta.

Los problemas de presión alta pueden aparecer antes del embarazo o también desencadenarse durante el período de gestación.  Sea como sea, es posible tratar este problema con los controles y cuidados prenatales adecuados.

La importancia de estos controles, especialmente en casos de hipertensión, radica en los diferentes tipos de hipertensión pueden acarrear riesgos para la futura madre y su hijo o hija.

En cada control, tu especialista debe medir tu presión arterial.  Esto se hace con un tipo de brazalete inflable en la parte superior del brazo.  La medición se hace mientras el corazón se contrae (presión sistólica) y cuando se encuentra relajado entre contracciones (presión diastólica).  Los valores se expresan con dos números: el superior corresponde a la presión sistólica y el inferior a la presión diastólica.

Cuando el valor de la presión sistólica es de 140 o más y el de la diastólica es de 90 o superior estamos frente a un estado de hipertensión.  En todo caso, vale la pena tener en cuenta que la presión arterial varía durante el día, por lo que los médicos suelen repetir la medición y así obtener un valor promedio que determinará si la embarazada tiene o no hipertensión.

Tipos de hipertensión en el embarazo

Hipertensión gestacional. Se conoce también como hipertensión transitoria y es un tipo de hipertensión inducida por el embarazo. Generalmente, aparece después de las 20 semanas de gestación y desaparece después del parto. Las mujeres con hipertensión gestacional no presentan proteínas en la orina, sin embargo, algunas de ellas desarrollan preeclampsia en una etapa posterior del embarazo.

Las posibilidades de desarrollar preeclampsia son del 50 por ciento, si la hipertensión gestacional aparece antes de las 30 semanas. En cambio, si la hipertensión gestacional se presenta después de las 36 semanas de gestación, la hipertensión en general es moderada.

Preeclampsia. Afecta a un 15 por ciento de las embarazadas, pero si se detecta a tiempo puede controlarse y disminuir sus riesgos tanto para la madre como para el bebé. En este caso también se desarrolla después de las 20 semanas de embarazo y desaparece después del parto. En los casos más graves, puede derivar en eclampsia, que es la fase grave de la preclampsia, cuando la hipertensión se acompaña de convulsiones y/o coma. Este trastorno se caracteriza por una subida de tensión provocada por el embarazo y por la presencia de proteínas en la orina.

Hipertensión crónica. En este caso, la madre ya era hipertensa antes de quedarse embarazada. Por tanto, la presión arterial alta de estas pacientes suele estar diagnosticada antes del embarazo o se detecta antes de las 20 semanas de embarazo. Al ser crónica, este tipo de hipertensión no desaparece después del parto. En el 90 por ciento de los casos, la hipertensión arterial crónica es de causa desconocida y sólo en el 10 por de las pacientes, la hipertensión es secundaria a otra enfermedad como diabetes, enfermedades renales, cardíacas y enfermedades autoinmunes, entre otras.

Hipertensión crónica con preclampsia. Aproximadamente, el 25 por ciento de las mujeres con hipertensión crónica también desarrolla preeclampsia. Es más frecuente en mujeres multíparas y se caracteriza por producir hipertensión arterial severa y aumento del ácido úrico en sangre. Este cuadro hipertensivo es peligroso ya que puede dar lugar a daño renal y daño hepático, presentar convulsiones y coma.

 

Publicado en Revista Carrusel