Cuando las campañas de prevención ya no son suficientes...

06 Junio 2011

Aunque han disminuido las cifras en los últimos años, los accidentes de tránsito siguen siendo la causa de muerte número uno entre los jóvenes y la cuarta a nivel país. Ante esto, el tema comunicacional se hace insuficiente.

Maritza Blanco Vidal >
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Es muy triste lo que ha pasado estos últimos días y por lo mismo, quiero escribir esto a modo de sugerencia para hacer un llamado a las autoridades pertinentes en el tema y es que a todos nos conmueve ver en los medios las cifras de heridos graves y muertos producto de los accidentes de tránsito. 

Es sabido que si sumamos el alcohol con el exceso de velocidad, lo más probable que el resultado sea una tragedia. Y sin embargo, pese a las campañas realizadas en los medios, pese a los folletos que se entregan, siguen ocurriendo…  

Aunque han disminuido las cifras en los últimos años, los accidentes de tránsito siguen siendo la causa de muerte número uno entre los jóvenes y la cuarta a nivel país. Ante esto, pienso que el tema comunicacional se hace insuficiente.  

Las campañas, si bien han logrado disminuir las cifras, no han sido totalmente efectivas y esto porque sigue habiendo gente que piensa “a mi no me va a pasar” y sigue habiendo mucha gente que va a lugares de ocio, se toma sus tragos y después se sienta frente al volante, y siguen ocurriendo muertes y heridos graves producto de la irresponsabilidad e imprudencia al volante. Algo falla. 

No debemos ni podemos culpar a nadie, sino que tratar de plantear soluciones, y pienso que éstas ya van por aplicar mano dura contra ciertos actos de imprudencia en las carreteras. 

Lo primero, creo que es aprobar el proyecto de ley de manera urgente, que el ejecutivo ha enviado al Congreso y que tiene "tolerancia cero" a la conducción en estado de ebriedad. Con este proyecto se busca disminuir el umbral de medición para la alcoholemia en los conductores, calificando como estado de ebriedad 0,8 grados y no en 1, y bajo la influencia del alcohol en 0,3 y no 0,5 grados, como es hasta ahora.

Lo segundo está relacionado con los accidentes que hemos visto y que han sido causados por la presencia de animales como vacas o caballos en carreteras y avenidas. Hace sólo unos días, un noticiario televisivo y este mismo medio, mostraban la presencia de animales en zonas cercanas al tránsito de vehículos.  

A veces son los niños quienes juegan, inocentemente, con estos animales y otras veces, los adultos irresponsables que no se hacen cargo de sus caballos o vacas. Esto es una amenaza que debe ser afrontada desde dos ejes: con educación de tránsito durante el aprendizaje escolar en los niños y con multas en dinero a la irresponsabilidad de los adultos.

Un tercer tema es aplicar el sistema español de carnet por puntos en Chile. España logró reducir su tasa de accidentabilidad en más de un 15% con este sistema, especialmente entre los jóvenes. 

La licencia de conducir por puntos consiste en restar créditos a los conductores que cometen infracciones, aunque manteniendo las sanciones económicas que oscilan entre los 60.000 y 1.100.000 pesos chilenos. En caso de no pagarlas, el banco embarga la cuenta corriente del dueño del vehículo. 

Cada conductor parte con un saldo de 12 puntos (si es un joven que tiene su primera licencia sólo empieza con 8 puntos) y dependiendo de la infracción que comete, se le resta más o menos puntos, según la gravedad de la misma. Por ejemplo: conducir bajo efectos del alcohol y/o drogas, así como superar el límite de velocidad permitido en un 50% suponen una falta muy grave y la pérdida de seis puntos. Si se maneja sin cinturón de seguridad, hablando por el teléfono celular o pasando con luz roja, se pierden tres. 

Supongamos que un conductor sobrepasa el límite de velocidad y además está  bajo la influencia del alcohol, se suman ambas infracciones y perderá  la licencia en un solo día. En el caso de que un conductor pierda todos los puntos, no tendrá el permiso de conducir por 6 meses y tiene que superar un curso de reeducación y una prueba teórica en la Jefatura Provincial de Tráfico local que, de ser aprobada, le hará entrega de una nueva licencia con sólo 8 puntos. 

Los puntos perdidos se pueden ir recuperando en la medida que el afectado participe en los cursos de sensibilización en temas como accidentes de tráfico, alcohol, drogas y somnolencia,  buscando, con esto, la sensibilización de los conductores infractores y reeducar sus comportamientos.

Si un conductor pierde por segunda vez sus puntos, se le retira la licencia por un año y a la tercera vez, sólo puede recuperarla después de 3 años.  Pero, también se premia a los buenos conductores y si durante 6 años no se comete ninguna infracción, se llega a un total de 15. 

Es muy triste ver y leer tantas tragedias que pudieran ser evitables. Si a los lectores se les ocurren otras medidas para evitar que sigan sucediendo estas cosas, creo que sería muy bienvenido y mejor aún, si la autoridad pertinente considera esta opinión ciudadana. Lo importante acá no es criticar o buscar culpables, sino plantear soluciones urgentes para evitar, o al menos, disminuir que sigan ocurriendo este tipo de eventos y el dolor de muchas familias.

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