Barack Obama quería conocer “la visión” de Enrique Peña Nieto “para liderar México en los próximos seis años”, eso fue lo que el martes marcó la agenda en la reunión de ambos en la Casa Blanca. Apenas cuatro días antes de que el mandatario electo mexicano asuma el poder el sábado, Peña Nieto y Obama discutieron sobre los retos en temas de seguridad, pero también sobre la economía.

Precisamente, la idea del futuro presidente mexicano es cambiar el foco de la guerra contra los narcos y poner énfasis en la economía en la relación con EE.UU. Se estima que el 85% de las exportaciones de México van a EE.UU.

En una carta publicada el domingo en el diario Washington Post, Peña Nieto aseguró que su victoria en las urnas y la relección de Obama ofrecen “una oportunidad para redirigir la relación bilateral”. Sin embargo, el mayor reto para Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), es la seguridad y la lucha contra el narcotráfico. Y en eso, EE.UU. es clave para México.

Según el diario El Universal, el encuentro se dio en un “ambiente de diálogo franco y camaradería”. Así, Peña Nieto le dijo a Obama que el principal reto era reducir la violencia. Por su parte, el mandatario estadounidense dijo: “México es para nosotros un país muy importante”. Además, Obama se mostró convencido de que logrará crear una “fuerte reacción de trabajo y personal” con su futuro par mexicano.

Peña Nieto fue electo a comienzos de julio y una de las razones de su triunfo tuvo que ver con que la mayoría de los mexicanos rechaza el alto nivel de violencia. De acuerdo con el centro de análisis de políticas públicas México Evalúa, en los últimos seis años se registraron 101.199 asesinatos, la mitad de éstos, productos del crimen organizado.

Si bien la mayoría respalda esta lucha, rechaza el derramamiento de sangre. Así, México optó nuevamente por el PRI, pese al cuestionado pasado de ese partido que gobernó durante 71 años de manera consecutiva hasta 2000.

Otro asunto crucial para ambos países es la inmigración. México comparte 3.152 kilómetros de frontera con EE.UU. y los mexicanos constituyen el grupo mayoritario de inmigrantes en EE.UU., con un 30%.

Las reuniones entre mandatarios y presidentes electos de EE.UU. y México son una tradición desde 1980, pero la del martes cobra importancia ante la necesidad de revisar el enfoque en dos áreas clave: la migración y la lucha antidrogas.

Fuentes: La Tercera, CNN

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