“Antofagasta es como el símbolo de la desigualdad; si uno mira las cifras macroeconómicas de Antofagasta, estas son igual a Londres, y esta ciudad no se asemeja a Londres. Esta es una ciudad que tiene mucha plata, el PIB per cápita de esta ciudad es de 30 mil dólares, pero el nivel de vida de Tocopilla, Calama y Antofagasta no se parece al de los londinenses”, señaló el candidato en la céntrica plaza Colón.

Enríquez-Ominami agregó: “El sueldo mínimo se supone que es para vivir éticamente, y en Chile se calcula igual en Santiago, Punta Arenas y en Putre. Cualquiera que conozca esta región sabe que la fruta es más cara, que el arriendo es más caro. Chile no puede ser pensado desde Santiago, tiene que ser pensado para el futuro, y el futuro son las regiones. Tener un salario mínimo regional es un acto de justicia, de aceptación de las diferencias, de hacerse cargo de ellas. Proponemos un sueldo mínimo ético de 280 mil pesos, lo que significa ciertos cambios, como que la Corfo y el Banco Estado ayuden a las pymes”. 

“El sueldo mínimo debe ser regional, si en nuestro gobierno aplicamos el sueldo mínimo que proponemos, acá en esta región sería mínimo de 300 mil pesos. En Chile un senador vale 39 veces el sueldo mínimo, mientras que un senador argentino vale 9 veces un sueldo mínimo, eso es lo que irrita y lo que agrede, por lo tanto hoy día el compromiso es un sueldo mínimo regional”, enfatizó.

Raúl Requena, coordinador del área laboral del comando, añadió: “Esta es una región que produce gran parte del Producto Interno Bruto de Chile, pero es una región donde está mal repartida la torta; hay mucha productividad, pero se la lleva sólo un grupo de gente cada vez más reducido y además no quedan recursos en la ciudad”. 

Consultado sobre los debates de Anatel, el candidato presidencial señaló: “Fueron debates distintos porque las preguntas fueron distintas entre un día y otro, pero lo importante es que quedó claro que en Chile hay varias alternativas, me alegro que haya pluralidad. Ahora también quedó muy en evidencia que hay candidatos como Franco Parisi que lucran con la educación de los niños, buscan hacer negocios como si fuera una Copec; otros que promueven que los colegios sean territorios como los supermercados para ganar plata, como Evelyn Matthei; y otras candidaturas que toleran que esto pase y hacen vista gorda, como Michelle Bachelet. Nosotros, con todo respeto, tenemos una diferencia. No lo aceptamos, no lo promovemos, no lo toleramos, no lo hacemos; los niños no son un cheque ni son parte de un negocio”.

“Ustedes ahora deben tomar una decisión. Si la segunda vuelta es entre Matthei y Michelle Bachelet van a hablar y discutir de la dictadura; si la segunda vuelta es con nosotros presentes, vamos a discutir de esto, de nuestros niños, de futuro”, agregó. 

El presidenciable concluyó: “Faltan 17 días, los días más importantes. Las elecciones ahora en todo el mundo son más breves; en Venezuela, por ejemplo, se decidió en los últimos 20 días. Me siento acompañado, alegre y estoy orgullosísimo y quiero agradecer a todos los chilenos que nos apoyan y a los que no nos apoyan, simplemente les pedimos una oportunidad. La Concertación y la Alianza ya tuvieron la suya por 24 años, es mucho tiempo”.