Hace unos días una amigaDanielle Zaror (@danizamira) me mandó un post aparecido en Linkedin sobre Estonia muy bueno.  Estonia es en país que siempre me ha llamado la atención, es un país nuevo, pequeño, tanto en términos de territorio como de población, son algo más de 1.3 millones de habitantes, esto equivale a algunos municipios pequeños de la región, esto me ha llevado a esciribir un par de veces respecto de algunos desarrollos notables que han tenido en materias de Desarrollo Digital.

Lo que sorprende es su apuesta por lo digital, llevándolo a lugares de privilegio en términos de los diferentes rankings que en esta materia existen:

En todos estos rankings aparece en lugares de privilegio, y haciendo el ejercicio de indexar su ranking por un indicador de desarrollo económico, por ejemplo, PIB/capita mejoraría aún más su posición llegando probablemente a lugares de avanzada, ya que los países que lo preceden en general se trata de economías  muchos más desarrollados.  Incluso si lo comparamos con algunos países de la región que tienen PIB/capita cercano a Estonia, la diferencia en términos del indicados de Naciones Unidas es sideral, Estonia ostenta el lugar 15, Chile y Uruguay el 33 y 26 respectivamente.

Sólo algunos números para caracterizarlos, 78% de la población conectada, 99% de las transacciones bancarias realizadas por el canal online, 94% de las declaraciones de impuestos por la web, 92% de los ciudadanos con un identificador electrónico (eDNI). En las elecciones de 2011 cerca del 25% de los votos fueron realizado por la web y parte de ellos a través de un dispositivo móvil.  Son números muy impresionantes.

Además han desarrollado un modelo de PPP (alianzas público privadas) muy maduro y sin muchas de las desconfianzas que este tipo de alianzas generan en la región.  Respecto de la data tienen un marco normativo muy claro las personas son dueñas de sus datos y por lo tanto lo que hacen es permitir que el estado los pueda usar.  Esto es muy notorio con las fichas médicas, a las que las personas entregan autorizaciones específicas para que profesionales de la salud puedan acceder.

No hay grandes diferencias en las relaciones G2C con las C2C o B2C, muchos de esos ciudadanos utilizan los mismos mecanismos electrónicos para las diferentes interacciones, ya sea con el estado o con privados.

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