S.O.S Tarapacá en peligro: Infraestructura crítica en Tarapacá

Redes de agua potable, alcantarillado, carreteras, energía eléctrica, combustibles, telecomunicaciones y sistemas de transporte resultan críticas a la hora de enfrentar el impacto de una amenaza.

De la misma forma, infraestructura de hospitales, consultorios, y servicios públicos deben estar preparados. La respuesta a emergencias de cuarteles de bomberos, carabineros, PDI y ejército resultan esenciales para entregar atención a los afectados. También se consideran dentro de esta categoría las instalaciones educacionales y deportivas que sirven de albergues y refugios de emergencia.

Especial importancia reviste el sistema de energía regional, se considera de carácter estratégico y crítico debido a que su funcionamiento es decisivo durante y después de ocurrido el evento físico, ya que sus instalaciones y redes situadas en el territorio proporcionan soporte a una gran cantidad de actividades socio-económicas vitales del sistema regional en Tarapacá.

En este sentido, el sector energía posee instalaciones de tamaño y características de uso continuo, por lo cual fallas o interrupciones afectan extensas áreas y a un gran número de personas. Las redes de transmisión y distribución eléctricas son susceptibles de afectación debido a su extensa exposición y característica lineal, especialmente, en el abastecimiento residencial.

Por otro lado, las instalaciones de almacenamiento y distribución de combustibles son críticas y poseen alto potencial de daño, pues su afectación incrementaría el impacto del desastre impidiendo la restitución de la cotidianeidad y niveles de operación normal de los sistemas, incluidas las operaciones de emergencias y recuperación post desastre.

Asimismo, otro elemento clave del sistema son los servicios regionales de suministro de agua potable, estos incluyen: fuentes (acuíferos), conducciones y plantas elevadoras, almacenamientos, sistemas de potabilización, respaldos de energía, redes de distribución primaria y secundaria, redes de alcantarillado y plantas de tratamiento de aguas residuales que resultan esenciales durante una emergencia.

El daño a estos servicios implica una disrupción severa de la cotidianidad y funcionamiento normal de la población. Por tanto, la infraestructura y personal deben estar preparados para dar pronta respuesta para la recuperación del servicio ante una situación de afectación general o de emergencia.