Sólo para iquiqueños: La magia y la tradición de los Carros Pascueros

Sólo para iquiqueños: La magia y la tradición de los Carros Pascueros

09 Diciembre 2015

Si usted nunca ha vivido en Iquique, es difícil que entienda la expresión “tira pastillas viejo cagao”, o por qué los que nacimos en esta tierra acostumbramos a correr atrás de un camión cuando fuimos niños, con la cara llena de ilusión.

Yuseff Hilaja >
authenticated user Corresponsal

Hace unos días comenzamos, junto a algunos amigos, a reunir caramelos masticables, adornos navideños y obsequios. Es que quisimos ser parte de una de las tradiciones más arraigadas en Iquique y que es, sin lugar a dudas, única en nuestro país.

La idea era emular lo hecho allá por la década del 50, cuando trabajadores del correo disfrazaron una camioneta con motivos de Navidad, pusieron a un viejito pascuero encima, un par de músicos entonando villancicos, y salieron a repartir regalos a los niños de nuestra, en ese entonces, pequeña ciudad.

Pero la misión no es menor, ya que hoy armar un Carro Pascuero significa honrar la creatividad de una serie de empresas, organizaciones y grupos de voluntarios que nos deslumbraron en estos más de 60 años de tradición con sus creaciones andantes.

Cuando pensamos cuál sería el motivo de nuestro carro, comenzamos a recordar algunos que vimos cuando niños paseando por las calles del centro de la ciudad. Cómo podríamos olvidar los enormes camiones vestidos de trenes, grúas mineras, aviones, trineos, o un sinfín de representaciones de dibujos animados de cada época.

Pero lo que más recordamos eran los verdaderos escuadrones que formábamos con nuestro grupo de amigos en el barrio, distribuidos en las distintas esquinas para que no se nos escapara ningún carro, y así recolectar la mayor cantidad de pastillas que fuera posible, para llenar al máximo nuestras botitas navideñas. Era el panorama ideal desde que salíamos del colegio hasta que llegaba la Pascua, y lo esperábamos con ansias.

Y el momento más épico era cuando sabías que uno de esos carros pasaría por tu casa a dejarte un regalo. Era mágico ver al viejito pascuero entrando por tu puerta con una bolsa, que sabías que era para ti y tus hermanos.

Digo ‘era’, porque hoy crecimos y ya no esperamos esta fecha para salir a perseguir a los carros o recibir un regalo. Pero la ilusión es absolutamente la misma, porque ansiamos que llegue diciembre para ser nosotros los que salimos ahora a recorrer nuestro Iquique, tirando pastillas a los niños que nos miran con la misma cara que teníamos nosotros hace unos años atrás, con los ojos brillosos al ver un carro alegórico pasar frente a sus casas.

Son otros los que hoy gritan “tira pastillas viejo cagao” y esperan el momento en que Papá Noel los visite para darles su obsequio. Y somos nosotros, los que ya estamos más grandes, los encargados de seguir haciendo esto año a año, al igual que cientos de otros iquiqueños.

Porque es nuestra tradición y es, entre otras cosas tanto o más importantes, parte de lo que significa ser de esta maravillosa tierra. Somos privilegiados por nuestra historia, nuestros campeones… Y también por nuestros carros pascueros.

Etiquetas:

Contenidos que pueden interesarte

No existen contenidos para esta sección.