Evaluar sus iniciativas de emprendimiento para materializarlas en un futuro cercano fue lo que los participantes de las comunidades asociadas al proyecto “Tarapacá, en el Camino del Inca”, de la Universidad Arturo Prat, pudieron realizar durante el segundo taller sobre Evaluación de Proyectos realizado este fin de semana.

El  Plan de Capacitación y Transferencia Tecnológica se realizará por un periodo aproximado de 4 meses, abordando temáticas como Alfarería, Textilería, Gastronomía Andina, Prácticas Constructivas y Caminos y Rutas Pre hispánicos, además de el realizado este fin de semana sobre Formulación de negocios y Formulación de proyectos; mientras que el primer taller, realizado la semana pasada, consistió en nociones básicas de Alfabetización Digital.

LOS PARTICIPANTES

Cristian Choque, de la comunidad de Aroma, es un joven de 32 años que está motivado por desarrollar un proyecto de turismo fotográfico y expediciones. “De Aroma hacia la cordillera –cuenta- tenemos un punto muy atractivo, independiente de la flora y la fauna que es lo mismo que hay en otros pueblos. La ventaja es que tenemos un punto de agua termal, entonces eso es lo que quiero desarrollar a futuro, un baño de agua termales”.  Cuenta que en el relato de los abuelos se dicen que estas aguas  “tienen propiedades medicinales”.

Dice Cristian Choque que  “queremos ver a Aroma no sólo en la parte agrícola, sino también en aspectos patrimoniales y culturales. Hay ruinas, petroglifos e incluso, tuvo un auge tremendo en tiempos de las salitreras. Hay harto recurso, pero tenemos que explotarlos, aprender a mostrar lo que tenemos”.

Agrega que le motiva la idea de “dar a conocer mi pueblo y conservarlo. También hay que compartirlo con las demás personas, a través del turismo. O sea, primero proteger, pero después mostrar, porque la idea es que se conozca y que nos permita desarrollar estas ideas de turismo”.

Por ello es muy bueno lo que hemos aprendido en este taller. “Uno venía con una idea clara…  es lo que creíamos, pero acá nos han ayudado a aterrizar las cosas, a aprender a analizar  la idea y también la parte económica”.

Por su parte, Hilda Castro Vilches, del pueblo de Francia, en la Quebrada de Camiña, está trabajando en un proyecto de telares. “Tengo deseos de vender y tener un local, para ofrecer mis tejidos. Hoy, por primera vez, estoy aprendiendo como manejar esta idea”.