Por: Patricio Vergara, Vicepresidente de la Fundación Chile Descentralizado…Desarrollado.

Ello torna a las regiones de Tarapacá y de Arica y Parinacota en zonas estratégicas desde el punto de vista geo-político. La situación es diferente para el caso de estas dos regiones porque mientras Arica y Parinacota poseen un ambicioso plan para el desarrollo de zonas extremas, Tarapacá es una región abandonada por la política pública desde hace décadas, en la falsa creencia que el crecimiento económico proveniente de la gran minería extranjera resolvería los problemas.

En efecto, actualmente las calles de la capital regional de Tarapacá muestran banderas negras, nuevamente. Signo de que la minería viene decayendo desde hace 5 años y que el comercio, el turismo y la construcción ya no son capaces de sustentar la población, a lo cual se suman los terremotos de 2014 y la crisis de la Zona Franca.  Así, recorriendo un poco más allá de la avenida del mar, Iquique vuelve a ser una ciudad invadida por el comercio informal, las ferias itinerantes, la delincuencia y la violencia. La conflictividad y la anomia social se han extendido también al ámbito de la política regional, como los chilenos han comenzado a enterarse en los últimos meses.

Así, tanto por el escenario post-Haya como por su crisis, y a pesar de la baja cantidad de votantes de Tarapacá, esta región debe ser reposicionada urgentemente como prioritaria para el Estado nacional. No instalando más contingente militar sino creando condiciones políticas y económicas (un entorno de incentivos) y adoptando medidas de política pública directa que fortalezcan las capacidades del Gobierno Regional, que atraigan recursos humanos calificados y que fortalezcan las principales fuentes de trabajo de Tarapacá.

Los principales actores de Tarapacá (no sólo los de siempre) deben ser llamados a deponer la conflictividad en pro de un proyecto regional común, que deberá ser consensuado al interior de la región y con el gobierno central. Para ello resulta vital contar con un fuerte respaldo del Estado Nacional.

Esta región es estratégica para Chile y merece un trato especial, ahora y para el largo plazo.