Opinión: Emprender con inteligencia

14 Abril 2015

Llevo emprendiendo desde los 20 años de edad, y desde hace 16 lo hago en el mundo de las Normas ISO. He visto miles de casos de empresas, tanto consolidadas como incipientes, consolidarse y crecer de forma espectacular, así como otras fracasar estrepitosamente.

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Por: Iván Martínez, Director General de INTEDYA Internacional. 

Es complejo aconsejar en “genérico” a un emprendedor, ya que las circunstancias de cada emprendimiento son diferentes, el perfil del emprendedor, el capital con que cuenta, el nivel innovador del proyecto, entre otras cosas. Sin embargo, hay un factor común o cualidad que todos ellos deberían reunir: LA COMPETITIVIDAD.

Llevo emprendiendo desde los 20 años de edad, y desde hace 16 lo hago en el mundo de las Normas ISO. He visto miles de casos de empresas, tanto consolidadas como incipientes, consolidarse y crecer de forma espectacular, así como otras fracasar estrepitosamente, arrastrando en su caída las ilusiones de los emprendedores que la fundaron.

¿Qué es ser COMPETITIVO? Quiero destacar la CUALIDAD de HACER LAS COSAS BIEN, o al menos que el emprendimiento disponga de las herramientas necesarias para sistematizar y evaluar cómo se hacen las cosas, establecer indicadores de medición y hojas de ruta para mejorar cada día como filosofía empresarial. En mi mundo, a esto lo llamamos GESTIÓN DE LA CALIDAD y se concreta a través de las -en mi opinión- mal llamadas NORMAS DE GESTIÓN DE LA CALIDAD.

Entre éstas, me atrevo a recomendar a todo emprendedor/a la Norma ISO 9001, que no es otra cosa que un buen compendio de BUENAS PRÁCTICAS en materia de gestión empresarial basadas en el sentido común y en la experiencia de expertos y miles de casos de éxito a nivel mundial en empresas de todos los tamaños y características. Tanto es así, que si pensamos un segundo, nos daremos cuenta que hay empresas que han hecho de esta cualidad su gran elemento competitivo.

Si menciono marcas como Audi, Mercedes o Rolex, ¿qué se te viene a la mente? Estoy seguro que en la mayoría de los casos el resultado es CALIDAD, EXCELENCIA, EFICACIA. Es curioso que en ejemplos como la reciente crisis europea, las empresas que disponían de estas herramientas demostraron mucho mejor resistencia, tasa de supervivencia y continuidad.

No es necesario armar un sistema complejo y burocrático, basta poner un poco de sentido común en el proceder de la gestión de una empresa. Lo importante está en la capacidad para generar un contexto de gestión en el que las actividades de la compañía se desarrollen dentro de procesos definidos, monitoreados y sometidos a mejora continua.

Este es el caldo de cultivo para que una buena idea empresarial germine, crezca fuerte y vigorosa. Si estás emprendiendo un proyecto o estás pensado en hacerlo, SÉ INTELIGENTE, cuídalo, mímalo, dótalo de herramientas de gestión que incrementen sus posibilidades de consolidación. Toda buena aventura necesita de una buena preparación. Sin ello, tus posibilidades son limitadas y con su ayuda EL MUNDO ES TUYO.