Columna del Sernac: Los Servicios de Reparación

Columna del Sernac: Los Servicios de Reparación

15 Mayo 2015
  • Las empresas deben ser profesionales y entregar un servicio de calidad, pues el consumidor no es un experto para saber si el arreglo se realizó como se debía o el presupuesto responde efectivamente a la falla.
Ana María Luksic >
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Cuando se nos echa a perder un aparato de uso diario, por ejemplo, un electrodoméstico, recién nos damos cuenta lo útil que es. En estos casos, y cuando está fuera del plazo de garantía, lo que nos queda es enviarlo a un servicio técnico para que sea reparado o comprar uno nuevo.

Si uno opta por un servicio de reparación, confía en que el producto sea devuelto en buenas condiciones para su uso. Y es justamente eso lo que debe recibir.

En este tipo de servicios la relación entre el consumidor y la empresa se basa en la confianza y el profesionalismo, ya que para el consumidor es imposible alcanzar el conocimiento técnico que tiene el prestador del servicio.

Por su parte, el profesionalismo se traduce en que las empresas presten un servicio de calidad. Esto implica que los consumidores reciban un presupuesto oportuno, acorde al daño del artefacto y al servicio que se prestará.

El consumidor tiene derecho que los servicios usen los componentes adecuados en la reparación y que le informen si se utilizan repuestos usados o refaccionados.

Para poder ejercer nuestros derechos como consumidores es fundamental tomar una serie de consejos, por ejemplo, siempre contratar estos servicios en una empresa establecida.

Al optar por los servicios informales de los “maestros chasquillas”, debe tener presente que cualquier problema deberá ser resuelto directamente con él y no podrá exigir sus derechos legales como consumidor.

Además, se recomienda exigir un presupuesto previo, por escrito, donde se especifiquen las condiciones de la reparación. Esto, idealmente hacerlo en al menos dos servicios para tener dos opiniones al respecto.

Y lo primordial: exigir la boleta o factura, pues es la única forma de exigir sus derechos en caso de algún problema posterior.

Un producto reparado en este tipo de servicios, tiene una garantía de como mínimo 30 días hábiles desde la fecha en que se entregó al consumidor. Si el producto falla, durante el período de vigencia de la garantía, un tribunal puede ordenar que lo reparen nuevamente o le devuelvan lo pagado.

Si se trata de reparaciones eléctricas o de gas, es importante contratar siempre a personal certificado por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles para no poner en riesgo la seguridad de su hogar y su familia.

ANA MARÍA LUKSIC, DIRECTOR REGIONAL (PT)  DEL SERNAC

REGIÓN DE TARAPACÁ