OPINIÓN: Menos palmeras, más cultura - radiografía de un mutante urbano

OPINIÓN: Menos palmeras, más cultura - radiografía de un mutante urbano

04 Marzo 2015

Iquique tiene menos bibliotecas que palmeras, menos librerías que botillerías, menos teatros que chifas, menos cines que sushi-shops, menos galerías de arte que multitiendas. Algo anda mal: la incapacidad de nuestras autoridades ha hecho de nuestra ciudad un mutante urbano cultural.  

Piero Tellerias >
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La arquitectura de sociedad en la cual vivimos está separada y organizada en múltiples esferas de actividad : economía, religión, deporte, educación, salud, etc. En teoría, cada uno de estos espacios reposa sobre un principio que le es propio, el cual nos permite de distinguirlos entre ellos. Por ejemplo, la esfera de la actividad económica es regida por el principio de la acumulación de ganancias, mientras que la esfera educativa tiene por principio la producción y transmisión de conocimiento. De ese modo, uno de los grandes problemas surge cuando uno de estos espacios no es lo suficientemente desarrollado y protegido por el gobierno, o peor aún, cuando este adquiere el principio director de otro.

biblioteca_alonso_ercilla_iquique_chileEs de común acuerdo que la realidad de la educación en Iquique es alarmante: los resultados a nivel nacional de nuestros colegios públicos, particulares subvencionados y privados son un desastre. Sabemos que el monopolio del conocimiento radica en la posición privilegiada de tres o cuatro establecimientos de cierto renombre : Colegio Humberstone, Hispano Británico, Academia Iquique y Lirima. Por supuesto ninguno de ellos de carácter público, pues han adquirido la acumulación de ganancias como principio rector, mientras que la producción y transmisión de conocimiento como principio subsidiario.

Este es el segundo de los problemas que supone nuestra hipótesis, el que ya tiene un pronóstico real y conocido por todos desde hace ya más de 4 años, y por ende no pretendemos ahondar en él. Concentrémonos entonces en lo que sucede actualmente sobre el descuidado panorama de la esfera cultural en Iquique, espacio íntimamente ligado a aquel de la educación.

Iquique tiene más botillerías que todas sus librerías y bibliotecas públicas juntas. La ciudad posee un aproximado total de 15 librerías y 4 bibliotecas, lo cual, con una población de 182 049 habitantes, da un resultado de 1 librería por cada 12 136 habitantes y 1 biblioteca por cada 45 512 habitantes. Esto dejando de lado los espacios de lectura quasi-públicos asociados a universidades privadas o centros técnicos tales como la Universidad Santo Tomás o Inacap, que son limitados por razones académicas al universo pedagógico y estudiantil de estas casas de estudio.

teatro

El universo del mundo teatral y cinematográfico se encuentra aún en peores condiciones. Iquique cuenta solo con 3 teatros para su población, lo cual nos da como resultado una cifra de 1 teatro cada 60 683 personas. Ahora bien, en lo que concierne al séptimo arte la catástrofe es total: existe solo 1 cine para 182 049 iquiqueños. Sófocles, Aristófanes y Woody Allen han sido declarados persona non grata en nuestra ciudad.

La ubicación geográfica de la escasa cultura que Iquique posee nos muestra un paisaje desequilibrado y desalentador. Es simple, que el lector se haga alguna de las siguientes preguntas : qué está más cerca de su hogar, ¿una botillería o una biblioteca?, ¿un local comercial o una librería?, ¿un chifa o un teatro? La gran parte de la esfera cultural de la ciudad se ubica en el sector norte, mermando su poder de alcance a partir de la línea perpendicular propuesta por la calle Tadeo Haenke.

Esto ha traído como resultado un crecimiento desequilibrado de Iquique en lo cultural, lo cual tiene un particular significado si pensamos que en los últimos 15 años la ciudad ha sido presa de un desarrollo urbano explosivo sobretodo hacia el sector sur de la polis. Hemos vivido y sufrimos aùn hoy un crecimiento desmesurado y descuidado por las autoridades. Si no nos cree, he aquí un ejemplo fuera del ámbito de la cultura : piense en cuántas veces le han cortado la luz por racionamiento, mantenimiento o falta de personal frente a un accidente de trànsito que arrasó con un poste eléctrico.

¿Se ha preguntado por qué? Esta situación es solo una muestra de una grave imprevisión y la falta de un plan urbano adecuado cuando se le necesitó. Pues bien, sucede exactamente lo mismo en lo referente al desarrollo de la esfera cultural : las autoridades, incapaces de concebir un crecimiento acorde a las necesidades de la población, nos han otorgado un cuerpo débil y deforme que no tiene la fuerza necesaria para responder al crecimiento en armonía de la ciudad.

Si este panorama no es alentador, seguramente el lector se habrá preguntado entonces cuál podría ser un ejemplo a aspirar para rescatar la ciudad del lado oscuro de la fuerza. La publicación de "l'Institut d'aménagement et d'urbanisme d'Île de France", síntesis de una investigación realizada gracias a la iniciativa de World Cities Culture Forum y de la ciudad de Londres, muestra que con una población de 779 808 habitantes Amsterdam acoge 82 bibliotecas, 57 teatros, 182 galerías de arte, 39 cines, 35 festivales de cine y 165 librerías, con un promedio de 1 biblioteca por cada 9 500 habitantes.

Londres, con una población de 8 308 000 habitantes, posee 383 bibliotecas, 214 teatros, 122 galerías de arte, 108 cines, 61 festivales de cine y 802 librerías, con un promedio de 1 librería por cada 10 359 londinenses. Paris y l'Ile-de-France con una población de 11 852 851 habitantes protege 830 bibliotecas, 353 teatros, 1 046 galerías de arte, 302 cines, 190 festivales de cine y 1 025 librerías, con un promedio de 1 galería de arte cada 11 331 parisinos. Muchos nos reprocharán : son países desarrollados, ejemplos irreales. A lo cual respondemos sécamente : seamos realistas, pidamos lo imposible.

cumplio

Puede que el crecimiento desequilibrado de la pujanza económica de la ciudad junto a la incapacidad de las autoridades para concebir un plan de desarrollo urbano adecuado, sea una de las respuestas al actual índice de victimización de 38,2% que aqueja nuestra ciudad, cifra entregada por la última Encuesta Nacional urbana de Seguridad ciudadana, el cual nos deja en un vergonzoso primer lugar nacional. Vivimos un desarrollo propio de un mutante X-men, resultado de un experimento mal calculado en razón de una pésima planificación urbana y del cual el crecimiento cultural amorfo de la ciudad es tan sólo una muestra.

Como en los actos civiles de fechas importantes, el público presente solo pide a las respetables autoridades menos palmeras y más cultura.

Por cierto, casi lo olvidamos : para el curioso nuestra ciudad tiene 48 botillerías. Dejamos a su libre imaginación la cantidad de palmeras.

Piero Tellerias