Festival de Viña del Mar 2013: "El festival de festivales", una contradicción de contradicciones

Festival de Viña del Mar 2013: "El festival de festivales", una contradicción de contradicciones

01 Marzo 2013

Comprobé en palco este año lo mismo que en galería el 2012: que la "fauna" de la Quinta Vergara es "demasiado generosa" en contradicciones. Una "muestra gratis" del pulso de la gente que le gusta el show.

Cristian Mena A... >
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Gaviota de plata y de oro para mí: esta semana partí al Festival de Viña del Mar 2013 para saciar mi gusto por la cultura popular. Y comprobé en palco este año lo mismo que en galería el 2012: que la "fauna" de la Quinta Vergara es "demasiado generosa" en contradicciones. Una "muestra gratis" del pulso de la gente que le gusta el show. 

Fue revitalizante asistir a la "Noche Chilena" en Viña 2013, aunque el rótulo es innecesario: 31 Minutos, Fran Valenzuela y Jorge González son músicos del mundo. Entiendo la idea de mostrar "lo mejor de nuestro", ¿pero con esto le hacemos honor al himno del Festival que dice "derriba las barreras" o termina aislándonos más con, por si fuera poco, una "cordillera artística"? 

Paja conceptual aparte, el ecosistema que conforma el público festivalero es toda una experiencia, tanto colectiva como individual.  

Ver miles de "pailones" disfrutando la fuerza creativa de 31 Minutos, a varios nos hizo sentir que no estamos solos, aunque nos acompañáramos con un celular o con un "cabro chico" que ayudara a disimular el gusto. Qué alegría ver que una nueva generación crecerá con mucho más que el "Caballito blanco" y con un subtexto hasta subversivo frente a los clásicos finales felices: todo puede ser peor, pero la gracia ante los problemas es disfrutar resolverlos. 

O conectarme con el mundo desconocido que sigue a la estilosa Fran ValenzuelaAlgunas gritaban-cantaban con alegría-furiosa sus letras de "aquí te las traigo, Peter". Mientras tanto, otras se les dilataban las pupilas al verla. "¡Fran, te amo!" vociferó una chica, ante lo cual el pololo la miró con "cara de trío". Con su mensaje pro diversidad del amor, independiente de la orientación sexual o la identidad de género como introducción para "Afortunada", me quedó más claro por qué la admiran tanto hombres como mujeres. No obstante, nada es perfecto: Una chica que aplaudió el discurso de Fran, le grita "¡ahóguense cholos!" a Maríajuana de Bolivia, grupo de la Competencia Folclórica. Derrota cultural. 

Y del gusto a la incomodidad con Bastián Paz¿Qué se puede decir cuando la guata y la cabeza se me contraen al mismo tiempo? Nada, salvo el mérito del temple para pararse frente a esa "cortina de gente", porque eso se ve desde el escenario hasta donde llegué para observar con "ojos de artista". De verdad, una vista impresionante. 

Y para sellar la noche, Jorge González, el compositor con más canciones en la "banda sonora" de mi vida y que sumó varias más con su recién lanzado "Libro" (un disco hecho con el corazón en la mano, el cual desarma y rearma como si fuera un cubo rubrik, hasta unir sus/tus colores). Más allá de sus asertivos discursos, el tipo tiene piso y peso gracias a lo trascendente de su obra, la que vale más que pseudo-premios, cuyo tiempo de entrega podría servir para lo que realmente importa: emocionar. Menos es más, con un galardón basta y sobra; pero ojo: la Antorcha y Gaviota de Oro se inventaron porque hace un tiempo las de Plata el "Monstruo" las estaba tirando "a la chuña". 

Así es el Festival: Desde que tengo uso de razón, evoca y provoca lo deseable y lo indecible. Ironías más, sarcasmos menos, observo el ánimo de todos/as por mejorarlo y/o preocuparse de cuidar la "imagen país" que proyecta, aunque muchos de los que se quejan no sean capaces ni de organizar una fiesta de cumpleaños. Larga vida al "Monstruo" que se trasladó de la Quinta a las redes sociales, pues en el lugar de los hechos la gente goza. Dicotomía pura. "El festival de festivales", una contradicción de contradicciones.