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¡Mi hijo llora cuando le lavo los dientes!

31 Julio 2020

¿Cuantas veces les ha pasado que los niños lloran cuando intentan lavar sus dientes?. Muchos papás pasan por eso y detienen sus intentos para evitar que sus hijos “sufran”, pero si sus hijos lloraran cada vez que no quieren tomar un baño… ¿No los bañarían?.

Juan Andrés Muñ... >
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Primitivamente lo primero que hace un bebé es llorar, y todos conocemos la frase “bebé que no llora, no mama”. Al iniciar su comunicación con el mundo se ven obligados a llamar la atención y en sus limitados recursos y lenguaje, utilizan su primera herramienta: el llanto. Entonces cada vez que tienen hambre, lloran, cuando no están cómodos, lloran, ahí los papás empiezan a entender que los pequeños tienen distintos tipos de llanto… los padres o cuidadores principales desarrollan un “instinto” que podría compararse con magia, que nace desde el amor y que incluso se explica biológicamente como una mayor irrigación sanguínea y desarrollo de algunas zonas del cerebro.

Luego el bebé comienza a adquirir nuevas herramientas de comunicación, como por ejemplo; la risa, y que maravilloso es cuando comienza la etapa de las tiernas carcajadas, los bebés ríen y ¡todo el mundo los mira!. Disfrutamos viendo como ríen mientras hacemos caras o ruidos, luego comienzan a imitarnos, adquieren cada vez más herramientas y con todas ellas comienzan a manipular al mundo que los rodea. Entonces… no quieren algo, es sencillo, ¡llorar es la solución!.

Los bebés no pueden decir “mamá no me gusta el agua”, “papá no me gusta ese jabón”, “no quiero que me mojen”…. llorar se convierte en la herramienta perfecta para controlar a los adultos. Pero, ¿recuerdan los patitos de hule?, ¿los juguetes que metían en sus bañeras?, ¿las morisquetas y canciones que usaban para distraerlos mientras los acostumbraban a tomar un baño?. Para comenzar a bañarlos comienzan limpiándoles sus caritas con pañitos húmedos, luego usan esponjas suavecitas y de colores, convierten el momento de la ducha en un juego y van paso a paso estimulándolos para poder realizar la tarea porque sabemos pero es parte de su higiene personal y que no podemos no hacer.

Es necesario que sepan y entiendan que la higiene oral es parte de esa higiene personal básica y que no podemos dejar de realizarla, aun si los pequeños intentan evadir el proceso llorando. Pero,  tenemos que utilizar las mismas herramientas que usamos con la ducha, primero debemos convertir el cepillado de dientes en un juego y de la misma manera que comenzamos con toallitas húmedas, con el baño, comenzar a estimular sus encías con mordedores de distintas texturas, eso nos ayudará a llegar a utilizar el cepillo de dientes apenas aparezca en boca su primer diente. ¿Qué estimulador es el ideal?, el que el niño quiera, el que le guste más, son muy útiles los de silicona y relleno líquido porque se pueden enfriar para aliviar las molestias que les provoca la salida de sus primeros dientes, también los dedales de silicona que solo deben ser usados para estimular las encías cuando aún no tienen dientes. Cuando ya aparece el primer diente.. ¡es momento de usar un cepillo de dientes pediátrico!. Y también comenzar con el uso de pasta de dientes, pero muy poquita cantidad, solo medio grano de arroz crudo y una forma muy sencilla para dosificar esa pequeña cantidad es cortar la puntita del pomo de pasta de dientes que debe tener entre 1.000 y 1.100 ppm de flúor, son las típicas que encontramos en los supermercados.

¡Papás!, ustedes tienen una vida de locos que yo personalmente admiro. ¡Una cantidad de amor interminable y admirable!, ¡yo sé que ustedes pueden!.

El cepillado de dientes debe ser realizado por lo menos dos veces al día por ustedes hasta que sus hijos tengan 7 años! Una vez en la mañana y una vez antes de dormir en la noche y jamás deben permitir que los restos de comida queden toda la noche en la boca de sus hijos! Comiencen el proceso estimulando desde antes de que aparezcan los primeros dientes y si sus hijos ya son grandes conviertan el proceso en un juego. No dejen de intentarlo si sus hijos lloran porque ellos solo quieren evitar algo que puede no gustarles al principio pero ellos no saben lo que es bueno para su salud, no saben lo que necesitan, solo eligen lo que ellos quieren, así que hagamos que ellos quieran lavarse los dientes. ¡Cacemos bichos!, ¡saquemos manchitas!, ¡hagamos cosquillas a las muelas!, ¡juguemos a que ellos les ayudan a ustedes a sacar los bichos y ustedes los ayudan a ellos!. Pero hagamos lo que tenemos que hacer! Lo que nuestros pequeños necesitan y no solo lo que ellos quieren!

Les mando un abrazo grande y como siempre me despido quedando a disposición de cualquier cosa en lo que yo pueda ayudar.

Mi Amigo Dentista

https://www.instagram.com/p/B76yQZkjGMG/

Dr. Juan Andrés Muñoz Vargas

Cirujano Dentista

Especialista en Odontopediatría

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