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En los últimos días hemos visto artículos de prensa que señalan que la demanda presentada por el SERNAC en contra de las Farmacias fue declarada inadmisible. Dicha demanda, tiene como propósito que se compense e indemnice a los consumidores que se vieron afectados por la colusión en que incurrieron Farmacias Ahumada, Cruz Verde y Salcobrand. Aprovechamos esta tribuna para hacer ciertas precisiones.

En primer lugar, la demanda primero fue declarada admisible por el mismo tribunal que, luego, modificó su criterio. Además, se trata únicamente de una sentencia de primera instancia que fue apelada por el SERNAC y que confiamos será revocada por la Corte de Apelaciones de Santiago. Cabe recordar que, tal como ocurrió en el caso CENCOSUD, este Servicio ha revocado fallos ante los máximos tribunales.

Cabe destacar que el fallo que hemos apelado desconoce que el Tribunal Pleno de la Corte Suprema señaló, unánimemente, que la Ley del Consumidor permite iniciar acciones colectivas con el propósito de solicitar indemnizaciones a los consumidores que provienen de casos de colusión ya sancionados por el Tribunal de la Libre Competencia y por la Corte Suprema, tal como ocurrió en este caso. Es más, no sólo la Ley del Consumidor y la Corte Suprema permiten al SERNAC obrar como lo hemos hecho.

En efecto, la posición de este Servicio fue reafirmada por el Centro de Regulación y Competencia de la Universidad de Chile, y por prestigiosos abogados de nuestro país. Por cierto, litigar contra las mismas tres cadenas de Farmacias que se coludieron es un gran desafío. Pero como SERNAC no podemos distinguir entre juicios fáciles o difíciles ni cortos o largos, pues nuestro mandato es defender a los consumidores sin trepidar y acudiendo hasta las últimas instancias judiciales.

Como es obvio, no es aceptable que tres empresas obtengan ganancias ilegítimas a costo de miles de afectados y que, luego de constatado lo anterior, éstos no sean indemnizados ni compensados. Recordemos que las Farmacias, si bien ya pagaron multas por orden del Tribunal de la Libre Competencia y de la Corte Suprema, éstas fueron sólo a beneficio fiscal, por lo que ahora toca que se compense e indemnice a quienes efectivamente sufrieron los daños.