El Plan de Reconstrucción para Tarapacá, presentado la tarde de este jueves por la Presidenta Michelle Bachelet, significará una inversión estatal de 181 mil 790 millones de pesos, de aquí a 2018, que es el plazo estipulado para concluir el proceso.

El documento dado a conocer por la mandataria ratifica lo adelantado por el Delegado para la Reconstrucción de Tarapacá, Julio Ruíz, quien señaló a El Boyaldía que el plan se componía de cinco áreas.

Cada una de ellas pretende paliar los efectos de la catástrofe, pero también preparar de mejor manera al aparataje estatal ante la ocurrencia de fenómenos del mismo tipo en el futuro.

Lo anterior significará realizar inversiones, pero también aplicar varias modificaciones a la forma de actuar de los organismos estatales y de los funcionarios a cargo de de las diversas tareas que aparecen ante una emergencia, luego de un lapidario diagnóstico que entrega el plan de reconstrucción respecto de la actuación del aparato público tras los terremotos de abril.

Esas debilidades son la carencia de sistema de respuesta local inicial ante emergencias; desconocimiento de protocolos de respuesta temprana; sistemas de información poco desarrollados, escasa incidencia de los instrumentos de planificación;  problemas de coordinación interinstitucional y público-privada; debilidad institucional de la Provincia del Tamarugal; y la falta de una política regional de vivienda y habitabilidad.

Cinco Componentes

Luego del diagnóstico, el Plan de Reconstrucción realiza una análisis de las potencialidades de la región y define las estrategias de acción en cinco componentes: Social y Cultura; Infraestructura y Servicios Públicos o de Uso Público: Habitabilidad y Ciudad: Productivo y Laboral; y de Fortalecimiento Socio-Institucional.

A estos cinco componentes se asigna un presupuesto de 139 mil 626 millones de pesos, a los que se suman las inversiones que se realizarán en el Puerto de Iquique (EPI) y en la ZOFRI, que suman $42 mil millones más.

Componentes del Plan

• Social y cultural: fortalecimiento de habilidades y capacidades de los/as damnificados/as para el buen habitar de los nuevos espacios que se generen; a través de iniciativas de habilitación e inclusión social, de participación en la generación y gestión de bienes comunes en los nuevos barrios que se conformen, y de formación de liderazgos locales colectivos para el desarrollo urbano sustentable.
• Infraestructura pública y de servicios públicos: reparación, recuperación y mejoramiento de la infraestructura pública y de servicios públicos y de utilidad pública; como los de conectividad vial, puerto, infraestructura de salud y sanitaria, infraestructura educativa, así como patrimonio arquitectónico-cultural.
• Habitabilidad y ciudad: reparación de viviendas y de bienes constructivos comunes recuperables, y construcción o mejoramiento participativo de barrios a partir de la construcción de nuevas viviendas en reemplazo de las destruidas, así como diseño y planificación de inversiones requeridas para el desarrollo urbano-territorial futuro con mejores estándares que los preexistentes al momento de los sismos.
• Desarrollo productivo y laboral: reparación o recuperación de activos productivos, fomento del desarrollo, innovación y eslabonamiento de empresas MIPE y Agricultura Familiar Campesina e Indígena; y mejoramiento de la empleabilidad a través de la capacitación laboral y formación para el trabajo, preferentemente en torno a las tareas asociadas a la reconstrucción.
• Fortalecimiento societal e institucional: ampliación de las capacidades de liderazgo y gestión del proceso de reconstrucción y de prevención ante riesgos futuros; a través del fortalecimiento. 

Presupuesto 

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