Paris enciende la llama de la libertad

13 Enero 2015

El arco iris francés que caracteriza a esta sociedad multicultural, hoy, recomienza a discutir sobre sus derechos de libertad, de los derechos de la humanidad que se habían olvidado y que hacen eco, también, en todos los países europeos. 

Corresponsales ... >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Invitado

Por Rubén Del Río

Los derechos del hombre fueron pasados a llevar en la sociedad francesa y esta se ha despertado de un largo letargo marcada por la indiferencia política que la caracterizaba. El domingo más de 4 millones de franceses salieron a las calles para manifestar su repudio a los atentados cometidos en una escala sin precedentes. Una multitud extraordinaria asistió a la marcha republicana, saturando la capital y otras ciudades francesas. El lunes, la frase más pronunciada, escuchadas y escrita en los medios de comunicación fue “Paris, noir de monde”, que literalmente quiere decir “Paris, negro de gente”.

El inicio de la manifestación en Paris fue prevista a eso de las 15 horas en la “Place de la Republiqué”,punto neurálgico de la capital donde convergen ocho avenidas al noreste de la ciudad. Una gran explanada que simboliza el centro, la libertad de la República, con una estatua gigante de más de 25 metros de altura con la figura alegórica de la República Francesa “la Marianne”. A eso de las 13 horas la plaza comenzó a colmarse y el ambiente general era de unidad total. Una multitud gigantesca se encontraba reunida y se extendía como tentáculos por la ciudad, representando todas las generaciones y todos los colores de piel.

Una disciplina impecable caracterizó esta tarde, banderas de mucho países flameaba juntas y miles de carteles decían: “je suis Charlie”, “yo soy Judío”, “yo soy musulmán y no terrorista”, “yo soy cristiano”, “soy francés”, “todos juntos y nunca más”… entre muchos otros. Los cantos espontáneos no tardaron en llegar y acompañar la marcha que a eso de las 17hrs comenzó a avanzar con un lento flujo por elBoulevard Voltaire en dirección “Place de la Nation”. Una marcha fuertemente custodiada por policías y militares armados que se caracterizó por manifestaciones espontáneas de agradecimiento a la labor de seguridad. Entre los muchos momentos emotivos que se vivieron uno de los mas insólitos fue cuando dos francotiradores instalados en lo alto de edificios claves, se asomaron a saludar a la masa parisina para mostrar su apoyo. Esa tarde los franceses eran uno solo, todos eran Charlie.

La sociedad francesa vivía con indiferencia sus conflictos y el debate de la “identidad nacional” evocado por el presidente François Hollande  al principio de su mandato en 2012 no había tenido ninguna repercusión en la población. Sin embargo, los atentados de la semana pasada sacudieron el tapete y quedó demostrado no solo en las calles de Paris, sino también en todas las ciudades francesas y grandes capitales europeas donde se manifestó el rechazo al terrorismo. La sociedad francesa que se caracteriza por un arcoíris multicultural abre la discusión de los derechos de libertad haciendo eco nacional e internacional.

El día a día parisino se caracteriza por roces culturales de diferentes orígenes y desde el día miércoles se constatan dos nuevos hechos que modifican el ambiente; una fuerte presencia y control de la fuerza armada para asegurar la seguridad ciudadana, además de una inquietud latente en la población que revuela discusiones espontaneas en todas partes. Los brutales hechos no dejaron a nadie indiferente y esa indiferencia que caracteriza a los franceses dejo de existir. La marcha del domingo, marca un hito y da un nuevo impulso a la discusión sobre la humanidad que deseamos vivir, todos  juntos aceptando las diferencias culturales en toda libertad.