Orpis culpa a políticas públicas por aumento del consumo drogas en escolares

“El alza de un 56 % en el consumo escolar de drogas es una muestra palpable de lo errado de las políticas públicas en lo que se refiere al tráfico y consumo de drogas en el país”. La aseveración la formuló el senador por las regiones de Tarapacá, Arica y Parinacota, Jaime Orpis, al referirse a las últimas cifras dadas a conocer por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol, SENDA.

Para Orpis, el problema es de gran magnitud y responsabiliza a las sucesivas autoridades que no han tomado el problema en serio y menos medidas eficaces para frenar el fenómeno. “Menos posibilidad habrá si prosperan proyectos de ley que buscan legalizar la marihuana”.

Cabe consignar que sólo esta semana, diputados de Amplitud y de la DC presentaron nuevas iniciativas en ese sentido.

"No me vendan el cuento de que la marihuana no es puerta de entrada para otras drogas, porque sí lo es. Las víctimas de la droga que atendemos a diario en la “Corporación Esperanza”, dicen que no debe legalizarse. Casi todos partieron con la marihuana y terminaron en la pasta base", detalla el senador.

De hecho, él está convencido de que el alza en el consumo de cannabis evidenciada por la última encuesta del SENDA se relaciona con dos factores: las campañas pro legalización de esa droga impulsadas en los últimos años, y el creciente discurso público sobre su carácter "inofensivo".

Entre 1999 y 2009, el consumo juvenil de marihuana permaneció estable. Según Orpis, esa tendencia se "rompió" en 2011, justo después de que esa sustancia comenzó a ser "defendida".

Orpis hace 19 años junto a su esposa, María Luisa Jouanne fundaron la Corporación La Esperanza, por donde han pasado más de 3 mil jóvenes víctimas de la droga a lo largo y ancho del país.

El senador Orpis pronto lanzará el libro “Los hijos de la Esperanza”, texto en el cual da a conocer duras experiencias de jóvenes y adultos que fueron víctimas de la droga.

En la publicación también se da cuenta que junto con la educación se requiere aplicar una serie de medidas urgentes, tales como  cambiar la visión en torno a la relación existente entre la droga y el delito. Lo anterior pasa por no estigmatizar a los consumidores y entender que una de sus motivaciones para delinquir es obtener dinero destinado a la compra de droga.

En este plano, una de las mayores deficiencias se relaciona con la escasa capacidad que hay en el país para rehabilitar a los drogadictos: solo existen recursos para atender a 40 mil personas, siendo que quienes requieren de un tratamiento sumarían 300 mil.