Por Katherine Mora Pino
Fonoaudióloga
Magister en Trastornos del Lenguaje y del Habla
Docente Escuela de Fonoaudiología UST, Iquique

Envejecer es un proceso inevitable e irreversible, pero no necesariamente tiene que ser patológico. De acuerdo a la Encuesta Casen 2013, las personas mayores en Chile son 2.885.157, representando el 16,7% de la población total y se estima que para el 2025 los menores de 15 años representarán un 18,5% de la población y los de 60 años y más representará un 20,6% de la población total en Chile, estos antecedentes nos hace pensar si estamos preparados como país (en cuanto a políticas públicas) y como personas (en cuanto al trato hacia el adulto mayor) para responder a los desafíos que impone este cambio demográfico.

Las palabras anciano, viejo, adulto mayor entre otras las tendemos a asociar con demencia, sordera, enfermedades, dependencia, es decir, tienen connotaciones negativas porque efectivamente existen las demencias, las enfermedades degenerativas, las pérdidas auditivas asociadas a la edad, etc. Sin embargo, el 81% de las personas mayores en Chile son autovalentes, es decir 4 de cada 5 (Casen 2013) por lo que estos adultos mayores que pueden realizar sus actividades de la vida diaria sin mayores dificultades requieren de especial atención para mantener esa independencia el mayor tiempo posible.

Programas del SENAMA como “Envejecimiento Activo” y “Buen Trato a Adulto Mayor”, como también el programa “Más Adultos Mayores Autovalentes” del MINSAL contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida de los adultos mayores desde un enfoque biopsicosocial.

El trabajo de profesionales fonoaudiólogos y terapeutas ocupacionales entre otros profesionales de la salud, a través de Programas y Actividades de Estimulación Cognitiva buscan potenciar las habilidades de lenguaje, atención, percepción y memoria a fin de enlentecer el deterioro cognitivo que conlleva el envejecer y así favorecer la autovalencia.

Es por ello que al conmemorarse el 1ero de octubre como el “Día Internacional del Adulto Mayor”, invito a reflexionar acerca de nuestra mirada hacia los Adultos Mayores, reflexionar sobre nuestro actuar como hijos, como nietos, como profesionales y como personas y recalcar a la población la importancia de integrar a los adultos mayores en la sociedad porque sin duda tienen mucha experiencia que aportar.