OPINIÓN | Comisión Bravo: rechazo a la realidad y renuncia a la justicia social

OPINIÓN | Comisión Bravo: rechazo a la realidad y renuncia a la justicia social

20 Septiembre 2015

Según el informe comentado, un 66% de los encuestados considera que “las bajas pensiones son responsabilidad de las AFP”. El 60% está muy en desacuerdo con la expresión ‘Me da tranquilidad que las AFP administren los ahorros de pensión’.

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En la página 77 del informe oficial de la denominada Comisión Bravo entregado el 14 de septiembre a la Presidenta Bachelet  se dice: “La Encuesta de Opinión encargada por la Comisión muestra una imagen negativa de las AFP en la mayor parte de la población, un 72% de las personas considera que 'solo un cambio total al sistema de AFP ayudaría a mejorar las pensiones'”. Otra fuente, muy citada, la reciente encuesta del CEP,  nos muestra que el 76% de los encuestados considera a las pensiones como lo que más les disgusta. Las encuestas del CERC también muestran un rechazo enorme a las AFP, las que sólo tienen algo más de prestigio que los partidos políticos, pero, a diferencia de ellos, tienen el control de la economía chilena, de buena parte de los medios de comunicación y una influencia política.

Los Fondos de Pensiones que tan mal administran las seis AFP para los afiliados y que usan tan bien para ellos,  son equivalentes al 70% del PIB de Chile. Con ellos lucran, compran influencia política y ejercen de censores de los medios de comunicación. Invito a cualquier periodista serio a desmentir el hecho de que la TV chilena y medios de comunicación  tradicional, NO pueden emitir programas críticos a las AFP por las presiones que hacen los avisadores que abusan de nuestro dinero.

Según el informe comentado, un 66%  de los encuestados considera que “las bajas pensiones son responsabilidad de las AFP”. El 60% está muy en desacuerdo con la expresión ‘Me da tranquilidad que las AFP administren los ahorros de pensión’. Además, según la pregunta de confianza, son la cuarta institución en la que menos se confía después de los partidos políticos, el Congreso y las Isapres”. Adicionalmente, el informe reconoce que  “un 79% de las personas que emitieron opinión está de acuerdo con crear una AFP estatal y un 69% se cambiaría a ella si existiera. Al mismo tiempo, un 29% cree que el Estado a través de impuestos generales debe ser el responsable de las pensiones, un 24% cree que el esfuerzo individual debe primar”.

Reconocer el fracaso para hacer cambios profundos es más urgente si tenemos presente los datos que esta misma Comisión Presidencial entrega. El informe señala: “Así, por ejemplo, mientras en 2010 en Chile había casi 5 personas en edad activa (15 a 59 años) por cada persona de 60 años o más, esta relación bajará a 1,8 en el año 2050. Esta tendencia, unida al permanente aumento en la esperanza de vida al nacer –que actualmente se encuentra en 81,6 años para las mujeres y 76,5 años para hombres–, ha hecho de Chile un país que envejece aceleradamente”. Según datos de INE, entre 1990 y 2015 la población de 60 años y más, aumentó de 9% a un 14,9% de la población total y se espera que para el año 2050 dicha proporción se duplique, pasando a un 29,5% de la población. En un lapso de 35 años se pasará de un total de 2,7 millones de personas de 60 años y más a un número de 6,3 millones. Esta tendencia, unida al permanente aumento en la esperanza de vida al nacer –que actualmente se encuentra en 81,6 años para las mujeres y 76,5 años para hombres–, ha hecho de Chile un país que envejece aceleradamente.

El sistema de AFP genera viejos pobres y, sin embargo, la comisión no pudo encontrar propuestas adecuadas y termina entregando tres opciones. Las posiciones fueron denominadas propuestas globales A, B y C, respectivamente y, en términos resumidos, postulan lo siguiente:

La propuesta global A, según sus partidarios,  fortalece el pilar solidario, financiado por el Estado, mejorando el pilar contributivo y la igualdad de género, a costa de los afiliados. Fue apoyada por 12 comisionados: Orazio Attanasio, Nicholas Barr, David Bravo, Martín Costabal, Carlos Díaz, Costas Meghir, Olivia Mitchell, Carmelo Mesa-Lago, Ricardo Paredes, José Luis Ruiz, Jorge Tarziján y Sergio Urzúa.

La propuesta B busca incrementar la legitimidad del sistema y responder a los principios de la seguridad social mediante la creación de un componente de seguro social, basado en la solidaridad entre afiliados y entre generaciones. 11 comisionados la apoyaron: Cecilia Albala, Fabio Bertranou, Hugo Cifuentes, Regina Clark, Christian Larraín, Verónica Montecinos, Joakim Palme, Marcela Ríos, Claudia Robles, Claudia Sanhueza y Andras Uthoff.

La propuesta C busca reformar el sistema hacia uno de reparto puro. Solo contó con el respaldo de la  comisionada Leokadia Oreziak.

Hay un concepto clave en el informe que demuestra que este sigue la misma visión doctrinaria de José Piñera, el mismo que consideraba a la Seguridad Social el “Ogro estatal amenazante” y por ello, inspirado en su concepción liberal, considera a estas actividades dentro de lo que el propio Informe denomina en la página 68 la “Industria previsional”: “La lógica con la que se creó el sistema de gestión privada de pensiones chileno descansa en que los mecanismos de mercado sean los encargados de definir la oferta óptima de servicios de las AFP, las que, guiadas por las elecciones de los afiliados, van compitiendo en diversas variables tales como precios y rentabilidad esperada” …  “la competencia entre las AFP debería fomentar altas rentabilidades en los fondos y bajas comisiones, en directo beneficio para los resultados de pensiones”.

Pero ello no ha funcionado, la industria es especulativa, oligopólica, poco confiable y nefasta para dar pensiones según lo que prometieron. Hicieron campaña diciendo que darían el 70% de la última remuneración cuando la realidad no supera el 30% de ella. Y eso que, según dicen ellos, la rentabilidad histórica de los fondos muestra una rentabilidad superior a aquella que se esperaba cuando se diseñó el sistema previsional (4%). Sin perjuicio de ello, la rentabilidad efectivamente percibida por los individuos, aunque importante, está por debajo de lo que tradicionalmente se ha publicitado como rentabilidad bruta de los fondos.

El informe dice: La rentabilidad real bruta (sin descuento de comisiones) anual promedio de los fondos de pensiones entre los años 1981 y 2013 ha sido de 8,6%, la que es históricamente alta en comparación a los rendimientos que se esperaban cuando se diseñó el sistema. Entre el año 1981 y 2009 muestran importantes diferencias entre la TIR con y sin comisiones. La TIR real para mujeres es de 3.0% incluyendo comisiones  y 5.4% sin hacerlo. En el caso de los hombres los valores son 3.1% sin comisiones  y 5.4%, incluyéndolas".

 La Comisión reconoce propaganda engañosa de las AFP  y  no le parece relevante. No se alarma al constatar que las AFP obtienen rentabilidades que quintuplican las que obtienen los afiliados. Tampoco dicen nada respecto al escándalo de llevarse el 40% de estos recursos al exterior en vez de usarlos para dinamizar el desarrollo de las regiones y mejorar la calidad de vida de los chilenos.

Competencia y Comisiones

Los expertos reconocen que en los años de mayor competencia en la industria (1991-1997), con más de 20 administradoras operando en el sistema, más del 50% del total de activos fue administrado por solo 3 AFP. Incluso los tres procesos de licitación realizados a la fecha, han permitido bajar la comisión cobrada solo para los nuevos afiliados a 0,47% del ingreso imponible. Se tiene entonces que, del total de afiliados, el porcentaje que se ha beneficiado por la baja en las comisiones de las dos AFP ganadoras del proceso de licitación es de 20% a diciembre de 2014. De este modo, el nivel de traspasos de afiliados antiguos a la AFP más barata no ha sido masivo. En otras palabras, un 80% de los afiliados sigue pagando comisiones iguales o superiores al 1,27%, y la comisión promedio cobrada por las AFP es de un 1,14%.

Luego de 34 años la Comisión constata, de acuerdo a la Encuesta de Opinión encargada por la Comisión, que únicamente un 13% de los hombres y un 7% de las mujeres dicen saber cuánto cobra su AFP por comisión.

También la  Comisión Bravo  concluye que hay falta de información para los afiliados, después de 34 años del sistema de AFP. También reconoce que las pensiones son malas, pero en vez de proponer cambios fundamentales, aprueba por mayoría pedirle al Estado que las siga subsidiando, que se obligue a los trabajadores a que les den más ingresos, que jubilen más viejos y que ahorren extra porque las pensiones solo aumentarán en un porcentaje mínimo y a largo plazo si se aplican sus recetas.

Esto es un abuso, una falta de respeto con las personas, un desconocimiento de la realidad y una renuncia vergonzosa a respetar un derecho humano y social, como lo reconoce el propio informe.

Síntesis de las propuestas

De las 58 propuestas hechas, 17 son para que las AFP ganen más y adquieran más poder. Tres cuidan que las comisiones no se afecten por el divorcio de los afiliados, cinco  propuestas les generan algunos costos que los compensan con creces con las ventajas que ya tienen  y las demás son para que el Estado responda a las necesidades de los chilenos que las AFP no resuelven. Mencionemos algunas de ellas.

Favorables a las AFPs:

Propuesta 6: Mantener la obligatoriedad de cotización para los trabajadores independientes, adecuando su gradualidad;

Propuesta 9: Establecer una nueva cotización previsional de cargo del empleador del 4%, sobre la cual cobrarán comisiones, por supuesto.

Propuesta 12: Establecer una norma que ponga un límite máximo a la parte no imponible de la remuneración. No se podrá considerar no imponible más de un 5% de la remuneración mensual. Eso significa un monto mayor para cobrar comisiones.

Propuesta 13: Elevar el límite máximo de las cotizaciones desde el actual tope, 73,2 UF, a 109,8 UF. El afiliado recibirá menos dinero líquido e incrementará el monto de la comisión que paga a la AFP en una suma cercana a 1UF mensual.

Propuesta 16: Extender el período de cotización obligatorio hasta la edad de retiro efectiva del mercado laboral, en caso de que esta sea posterior a los 60 años las mujeres y los 65 años en los hombres. Esta idea apunta a la eliminación de la opción que hoy existe para no cotizar entre el periodo entre la edad legal de jubilación y la edad efectiva de pensión. Esto hará disminuir las remuneraciones líquidas e incrementará de un modo ínfimo las pensiones y, sin sorpresas, les obligará a pagar más años las comisiones.

Propuestas 18 y 19: Equiparar la edad de retiro entre hombres y mujeres y revisarlas cada cierto número de años. Se haría en forma gradual, 10 años, a partir de generaciones nacidas después del año 1970. No mejorará los montos, ya que según la OCDE y la propia Comisión, las mujeres están jubilando a los 70 años y los hombres a los 69, por las malas pensiones.

Propuesta 20: Incorporar un incentivo para quienes posterguen su edad de retiro entre los beneficiarios del Sistema de Pensiones Solidarias, pagado por el Estado naturalmente.

Propuesta 21: Establecer un subsidio al empleo de personas mayores, equivalentes al actual Subsidio al Empleo Juvenil. Este subsidio, financiado por todos los chilenos, sería de un monto de hasta el 30% de la remuneración imponible del trabajador, 20% directamente al trabajador y 10% a la empresa. Más ingresos por comisiones para las AFP.

Propuesta 22: Establecer como un objetivo de la política laboral la inserción laboral de calidad de las personas mayores, desarrollando instrumentos especializados para este grupo etario. Subsidios estatales, por supuesto.

Propuesta 36: Instaurar una compensación previsional para personas cuidadoras de familiares, siempre que certifiquen estar en esa condición, por ejemplo, asociados al Programa de Atención Domiciliaria de Adultos Mayores. Por supuesto, pagada por el Estado y administrada por las AFP.

Propuesta 56: Aumentar la sobrecotización de trabajos pesados y semipesados de cargo del afiliado y del empleador. Otra manera de aumentar los ingresos por comisiones.

 La Comisión reconoce propaganda engañosa de las AFP y no le parece relevante. No se alarma al constatar que las AFP obtienen rentabilidades que quintuplican las que obtienen los afiliados. Tampoco dicen nada respecto al escándalo de llevarse el 40% de estos recursos al exterior en vez de usarlos para dinamizar el desarrollo de las regiones y mejorar la calidad de vida de los chilenos.

Más poder para las AFP

Propuesta 23: “Dejar las decisiones relevantes en materia de régimen de inversiones en el Consejo Técnico de Inversiones, para lo cual se requiere el fortalecimiento de sus atribuciones”. Esta entidad está integrada por un miembro designado por el Presidente de la República, un miembro designado por el Consejo del Banco Central de Chile, un miembro designado por las AFP y dos miembros designados por los Decanos de las Facultades de Economía o de Economía y Administración de las Universidades que se encuentren acreditadas. Es decir, el liberalismo empresarial académico al poder.

Propuesta 24: Permitir que una mayor proporción de inversión se realice en activos alternativos y fondos de inversión.

Propuesta 25: Desarrollar instrumentos nuevos de inversión nacional productiva, especialmente aquellos que puedan beneficiar a la mediana y pequeña empresas. Con ello, esperan, ampliarán su influencia hacia la mediana y pequeña empresas, sumada a la que ya ejercen en más de 300 grandes empresas.

Propuesta 41: Fortalecer y ampliar el ámbito de atribuciones del Consejo Consultivo Previsional. Más poder a los privados.

Propuesta 44: Convertir a la Superintendencia de Pensiones en una Comisión de Pensiones y Seguros. Esta Comisión seríaindependiente del Gobierno de turno, y ojalá disponer de un mayor financiamiento. Si examinamos las cuestionadas acciones de la funcionaria a cargo de esa entidad, que pretendiendo usar una autonomía que no tenía, ha colaborado a dañar al Estado en más de 410 millones de dólares con las AFP Cuprum y Provida, NO podemos aceptar esta pretensión tan burda.

Que el divorcio no afecte al negocio

Hay un gran divorcio entre los chilenos y la tecnocracia encargada de examinar estos temas. Pero las AFP no quieren separase de sus ganancias.

Propuesta 34: Establecer que la partición de los fondos de pensiones en caso de divorcio, al ser considerada por parte de un juez, sea en partes iguales.

Propuesta 35: Establecer fondos previsionales compartidos. Se propone que el 50% de las cotizaciones previsionales obligatorias se depositen en la cuenta individual del cónyuge o pareja en relación de convivencia. Las parejas separadas, pero las comisiones están a salvo.

Lo que puede afectar su poder

 Propuesta 29: Extender la actual licitación que incluye solo a los nuevos afiliados a una fracción de los antiguos afiliados, con un mecanismo por definir. Las dos más grandes, Provida y Cuprum, no han bajado nada sus comisiones y ellas controlan el 70% de los afiliados.

 Propuesta 30: Establecer que las comisiones de intermediación de las inversiones sean enteramente asumidas por las AFP y no por los afiliados/as.

Propuesta 31: Crear una AFP estatal que compita con las mismas reglas que el resto de las AFP, conforme a la propuesta legislativa existente en el Congreso.

Propuesta 32: Permitir la entrada de entidades sin fines de lucro, pero con giro único, a la industria de administración de fondos de pensiones.

Propuesta 42: Revisar la constitución, atribuciones, funciones, sostenibilidad e integración de la actual Comisión de Usuarios, creada por el Art. 43 de la Ley 20.255. Se propone evaluar la constitución de comisiones de usuarios a nivel de cada región.

La actual Comisión ha sido tan inoperante que hemos debido crear ACUSA AFP para que nos defienda. ¿Qué hace en ella un representante de las AFP? Ejercer influencia indebida.

Propuesta 46: Establecer que las AFP deban mantener programas de educación previsional, sin contenidos comerciales. La inversión que cada administradora deberá hacer anualmente en estos programas será de un mínimo de 33 UF por cada mil afiliados(as). Esto representa, un monto de $8.085 millones por año. Hasta ahora habían usado el Fondo de Educación Previsional para financiar campañas entre los independientes. Increíble pero cierto.

Propuesta 53: Revisar las actuales tablas de mortalidad, ajustándolas a las expectativas de vida publicadas por el INE. Hoy manejan el tema y por ello calculan expectativas de vida que favorecen la permanencia de los Fondos en las AFP y disminuyen el monto de las Pensiones.

Recordemos un ejemplo, publicado por La Segunda: una señora de 80 años concurrió para cobrar el Bono por Hijo. El Estado lo pagó al contado a la AFP, a ella se lo pagarían en 120 cuotas. Y si vivía para esa fecha, lo recalcularían, hasta los 108 años. De seguros de longevidad, nada.

Finalmente, la Propuesta 58 reconoce que se sale del mandato entregado y escriben: “La Comisión estima que las FFAA, Carabineros, PDI, Gendarmería y asimilados, deberían tener en general, igual trato de incorporación y cotizaciones que el resto de los trabajadores, debiendo atenerse a las características específicas de su ocupación”

Es muy fácil recomendar lo que se sabe no ocurrirá. Las Fuerzas Armadas deben seguir en el sistema de reparto, sin duda, incrementando el aporte de sus miembros, para que haya igualdad constitucional y permitiendo que los chilenos que opten por ello puedan participar en un Sistema Público de Reparto, como existe en casi todos los países del mundo.

En conclusión, las propuestas que se hacen por la mínima mayoría, se dirigen  principalmente a  mantener un sistema tan abrumadoramente rechazado y fracasado buscando subsidios del Estado para tapar sus defectos, sin solucionar los temas de fondo. La propuesta C no considera los factores jurídicos y políticos nacionales e internacionales que lleva aparejada su alternativa. La propuesta B, por el contrario,  permite avanzar hacia un régimen de Seguridad Social  que crea una base común para todos regida por los principios de la OIT y un segundo piso basado en las empresas actualmente existentes. Por ello es esencial que los dirigentes políticos escuchen a los ciudadanos y rechacen las opciones de la mayoría de los funcionarios de las AFP y de la tecnocracia liberal.

Por Ricardo Hormazábal

Ricardo Hormazábal

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