Mujer minera: La historia de la primera chilena en manipular una pala eléctrica

08 Marzo 2017

“Cuando entré a minería me enseñaron un modelo de gestión que habla del trabajo en equipo, de saber lo que se usa, de avanzar por un solo bien. Yo voy a mi trabajo porque me gusta y si eso me da para vivir y educar a mi hija, yo soy feliz”.

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Ivonne Herrera percibe que la inserción de las mujeres en el mundo de la minería está avanzando, muestra de ello son los programas que buscan fortalecer la presencia de mujeres en la operación, permitiendo complementar funciones.

Hace poco más de un año que ella trabaja en Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi, junto a 3 operadoras avezadas y 14 operadoras en proceso de entrenamiento (13 operadoras y 7 supervisoras ingenieras en mina) forma parte del programa “Incorporación de la Mujer a la Operación minera”, que desarrolla la empresa a través de la Vicepresidencia Mina.

Para ella no es nuevo este sector, su incorporación al mundo minero data desde año 1999, cuando ingresa a una empresa como operadora sin experiencia en la conducción de todo tipo de camión, comenzando de cero y teniendo solo la noción del trabajo que se lleva a cabo en faena a través de la experiencia de un familiar.

Hoy es reconocida a nivel nacional como la primera mujer en conducir (OPERAR) una pala eléctrica (Pala Bucyrus 495) diseñada y construida para extraer desde las frentes de carguío el material y depositarlo en las tolvas de los camiones de extracción, es una de las herramientas de mayor dimensión en las faenas mineras. Es esta experiencia la que la anima a hablar respecto a los pasos que se han dado respecto a la mujer y minería, reconociendo además que le gusta el trabajo que hace, así como también agradece las responsabilidades que han depositado en ella.

Recuerda que cuando la llamaron de Collahuasi para formar parte del programa, le atrajo la idea porque sería la primera vez que trabajaría en una minera de la región de Tarapacá, permitiéndole estar más cerca de su familia que vive en Iquique y principalmente de su hija, hoy de 22 años.

“Estoy tranquila, porque siento el respaldo importante del impulsor del programa como es el Vicepresidente Mina, de los instructores de Collahuasi que es son muy respetuosos y de los
compañeros de trabajo”.

No le ha sido difícil el trato con los compañeros de trabajo, con quienes comparte principalmente en los comedores de faena y en los buses de transporte del personal. “En el trabajo que desempeño (conductora Operadora de pala eléctrica) estoy sola, debo estar cargando los camiones y me concentro mucho en esa labor”.

Explica que existen varios factores que influyen en la operación para que sea óptima, aunque para ella la principal es una, ser consciente de las funciones y responsabilidades, que no van solo en el turno de trabajo, sino en los días de descanso, en el comportamiento diario y el autocuidado. “Es necesario asistir al turno consciente en cuanto al cuidado que el trabajador debe tener en el turno y su descanso, el autocuidado permanente, no solo en el lugar de trabajo, porque lo que uno hace en el descanso repercute en faena”.

Señala que si bien ha costado que las mujeres se inserten a la operación minera, se está avanzando no sólo de la oferta de trabajo sino también en el interés de las propias mujeres de atreverse a postular

Es tajante en señalar que no solo para las mujeres sino también para los hombres que deseen incorporarse a la minería (y en especial a operaciones mina ) no lo hagan principal y únicamente por los ingresos que ahí se ofrecen, sino porque le gusta y apasiona el rubro. “Porque gusta, porque apasiona lo que se hace, porque se quiere aprender” y así lo transmite a sus pares (hombres y mujeres) cuando tiene la oportunidad de ello.

“Cuando entré a minería me enseñaron un modelo de gestión que habla del trabajo en equipo, de saber lo que se usa, de avanzar por un solo bien. Yo voy a mi trabajo porque me gusta y si eso me da para vivir y educar a mi hija, yo soy feliz”.

Hoy Ivonne ya opera sola la pala eléctrica en Collahuasi, experiencia distinta a las de sus anteriores trabajos, por las características propias de la faena, al ubicarse sobre de los 4 mil metros nivel del mar, con condiciones climáticas diferentes. Un año demoraron en estar preparadas para dar ese paso, tiempo que se requirió para cumplir con los 9 capítulos del manual de entrenamiento de cada equipo que piden sean cumplidos y aprobados en Collahuasi, indistintamente se tenga o no experiencia en la función. Se trata de 4 capítulos que son transversales para todas las labores, Introducción, defensa fisiológica, entrenamiento, seguridad y salud, y comunicaciones, y los 5 restantes correspondientes a conocer el equipo en particular.

Terminado el proceso, rindió pruebas teóricas de cada capítulo y pruebas de habilidades de operación, fue autorizada por el área de formación y entrenamiento mina, pasó a Operaciones y desde ese entonces es titular de una pala eléctrica.

Su vida en faena es tranquila, se levanta a las 5.20 de la mañana, tiempo que le permite ducharse prepararse para asistir a su turno , tomar desayuno y compartir con compañeros de turno de manera tranquila, a las 7 ingresa al bus que la traslada hasta la mina y ahí comienza su jornada que concluye a las 20 o 08AM dependiendo del turno día o noche, retorna al casino, comparte con sus pares y luego se va a su habitación.

Consultada respecto a cómo se siente con la labor que desempeña, afirma “me siento completamente feliz haciendo mi trabajo”.