Tras un mes y medio de convivencia conyugal, el primer matrimonio lésbico de la provincia de La Rioja en Argentina, entre doña Ángela de 46 inviernos y Vanesa de 26 primaveras, llegó a su término e iniciaron su proceso de separación legal. Un matrimonio tan exprés, que hasta nuestro Poder Judicial se demora menos en divorciar a los chilenos: apenas tres semanas en el primer Juzgado de Familia de Santiago Centro o en el Segundo Tribunal de Familia de San Miguel, siempre y cuando sea consensuadamente y contando desde que se inscriben en el proceso hasta que la Jueza decreta el divorcio.

Es que en esto de las relaciones de pareja, las de tipo  "touch and go" y "hit and run" la llevan. Homo y heterosexuales. Da lo mismo.

Todo está tan "exprés" en el mundo que vivimos, que tenemos un matrimonio que duró apenas hora y media en Calama y la teoría del clavo que saca otro está más vigente que nunca. Por ejemplo, la misma Ángela ya tiene nueva pareja y tiene todas las esperanzas puestas en su próxima relación.

Sin embargo en la hermana República de Bolivia, los problemas matrimoniales están peor que en sus países vecinos. Fíjese que el 70 por ciento de los divorcios son por infidelidades provocadas por las telenovelas  ¿Qué me dice usted?

No crea que es invento mío. Son estadísticas informadas por el mísmisimo Presidente Evo Morales.

Tal es su preocupación por el daño que están sembrando estas aparentes sucias novelas televisivas, con miles de bolivianos poniéndose los cuernos, que advirtió fuertemente que se están estudiando profundas reformas  al sistema jurídico y para dar señales de querer fortalecer la institución matrimonial, apadrinó el matrimonio de 350 parejas indígenas en el recinto deportivo de La Paz. Algo así como la señal que dio nuestro Presidente, al crear el famoso bono bodas de oro, que se recibe además por tramos, si es que sigue vivo para recibirlo.

Son simbolismos, actos de buena fe. Nada más que eso. No crea que es como para disminuir los índices de divorcialidad ni nada parecido. Nunca tan ingenuos.

Supongo que don Evo terminará prohibiendo las famosas telenovelas… si él cree que es por culpa de las telenovelas, será.

¿Quién sabe qué pasaría si les exportamos la producción chilena "infieles"? Capaz que hasta los oficiales de su singular armada, que me parece debe ser la única en su género en el mundo, se las ingenien para llevar una tele a bordo y vean nuestra genial teleserie mientras navegan por el Titicaca. Típico que después nos echen la culpa a nosotros de aumentarles los divorcios.

En lo que respecta a Chile, el índice de infidelidades es alto, aunque no alcanza ni por si acaso la de los bolivianos. Estamos entre el 40 y 45 por ciento, pero 70 por ciento ¡jamás! Eso de ponerse los cuernos, todavía no se masifica tanto en Chile. O por lo menos, convengamos que lo hacemos menos notorio. Porque de verdad no me imagino a Sebastian Piñera planteando reformar la justicia para evitar que nos sigamos poniendo los cuernos....no sé. No creo.

Ricardo Viteri Prado

Director de www.separadosdechile.cl