Justicia en Chile: ¿Una puerta giratoria para algunos?

22 Noviembre 2011

¿Qué esta pasando hoy con nuestra sociedad en términos de equidad o legalidad? ¿Qué es lo que esta sucediendo en el plano de la ecuanimidad justicia y derecho?, ¿Qué sucede con la paz, fidelidad, cumplimiento y armonía social?

Omar González H... >
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Al parecer no creo que sea necesario hacer un estudio muy exhaustivo o una profunda investigación social en Chile, para darnos cuenta que hoy vivimos una extremada crisis en todo ámbito de cosas, en lo económico y especialmente en lo sociocultural y de manera muy particular en el plano de la Justicia, pese a que la reforma procesal penal otorga nuevos derechos y protección a los afectados, estamos sin duda  frente a una realidad cada día mas violenta y agresiva, el disconformismo en las áreas de la salud, de la falta de viviendas dignas, empleo y por sobre todo en el plano educacional, exigen una pronta y justa solución, no obstante tales temáticas son extremadamente complejas al momento de que la Justicia se hace presente, lo mismo sucede en aspectos sociales tales como el embarazo adolescente, las separaciones conyugales, la delincuencia, la vida en pareja, el alcoholismo, la drogadicción, las relaciones sexuales irresponsables, la apatía política, el consumismo, todas elocuentes muestras de una alarmante decadencia dentro de la cual la “Justicia en Chile” al parecer, pese a todo lo que se ha avanzado en tales materias, hoy poco nada puede hacer en múltiples tópicos. Entonces bien vale la pena preguntarnos... ¿qué esta pasando hoy con nuestra sociedad en términos de equidad o legalidad? ¿Qué es lo que esta sucediendo en el plano de la ecuanimidad justicia y derecho?, ¿Qué sucede con la paz, fidelidad, cumplimiento y armonía social?, ¿con todas y cada una de estas incongruentes situaciones que marcan un incierto destino?

Algunos especialistas reconocen que esta realidad que hoy vivimos es consecuencia de una profunda crisis moral de nuestra sociedad, en tal sentido solo basta con recordar aquel llamado que una vez hizo el Papa Juan Pablo II en la Cepal en una expresión que cala profundamente las raíces de nuestra sociedad, al decir:  "¡Los pobres no pueden esperar!", en especial la población adulta, tanto como en jóvenes y niños pertenecientes a las familias mas desposeídas, en lo económico y social, lo que pone en relieve las graves falencias existentes en el ámbito de la justicias, vivienda, salud y educación, realidad esta ultima que ya hace crisis con el conflicto estudiantil presente por ya tanto tiempo,  sin saber cual será su destino final frente a la indiferencia y daño moral que causan algunos responsables con sus decisiones y que conducen a pensar que la “Justicia no es igual para todos” pese a todo lo que se ha dicho al respecto, expresándose que nadie esta por sobre la Ley.

Junto a tantas situaciones inciertas tampoco cabe duda que hoy la propia Iglesia no  escapa a esta crisis moral, cuando vemos con horror como algunos representante de la Iglesia, caen en diversos perjuicios, como el lamentable caso que últimamente ha hecho triste noticia en el personaje Fernando Karadima a quien ya no se le puede llamar “padre”,o “Sacerdote” pues en su actuación y resolución judicial pueden verse con claridad síntomas de corrupción e injusticia junto a la permisividad sexual, a lo que se pueden agregar socialmente el abuso,  el desorden y el caos,  la cesantía, la delincuencia, los asaltos y los graves déficit en relación con la salud que junto a los problemas de la educación ya son pan de cada día, obligándonos a reflexionar: ¿hacia donde va el mundo de hoy?, especialmente en nuestro país en que esta loca carrera de incongruencias y conflictos que evidencian un camino inevitable hacia un despeñadero irremediable sobre todo en el plano de lo legal, lo lógico y constitucional, sumándose a ello procedimientos y actitudes antagónicas y discrepantes que no hacen otra cosa que dividir

Situación a la que se suma como otro ejemplo el denominado caso Antuco, en que el Tribunal Constitucional rechaza el recurso presentado por los familiares de los conscriptos fallecidos por el temporal de viento blanco, confirmando libertad condicional al Mayor Patricio Cereceda 

Igualmente en estos momentos estamos siendo testigos de otro caso emblemáticos de ilegalidad que lo constituye sin duda una escandalosa situación de irregularidad al pretender homenajear a un “Violador de los derechos humanos” en la persona del ex.Brigadier de Ejercito Miguel Krassnoff, condenado a más de 100 años de cárcel por los tantos crímenes y desaparecidos de la dañada humanidad cometidos durante la dictadura de Pinochet, sobre lo cual algunos parlamentarios de oposición y representantes de organismos de derechos humanos ya han presentado un querella criminal en contra el alcalde de Providencia Cristian Labbé, quien es el promotor de esta insólita gestión.

Esto y otros múltiples ejemplos son elocuentes muestras de la insuficiente formación moral que hoy vivimos, de la falta de equidad y ecuanimidad. ¿Qué pasa entonces con la justicia en Chile? Sin excluir los numerosos desfalcos y negociados de algunas grandes empresas que han hecho noticia últimamente con evasión y oscuras transacciones.

En relación con todo esto, es lisito recordar que la justicia es un conjunto de normas y reglas que permiten regular las conductas entre las personas, permitiendo, avalando, prohibiendo y limitando ciertas conductas o acciones en el actuar humano o con las instituciones, lo que al parecer es un concepto que soporta cierta relatividad, puesto que a pesar de toda normativa que la rige, los múltiples hechos noticiosos así parecen indicarlo, constituyendo la Justicia para muchos individuos;  “delincuentes, encapuchados, violadores, asaltantes, estafadores entre otros que contravienen la ley”,  TAN SOLO ES UNA “PUERTA GIRATORIA”

…Y usted mi estimado lector ¿que opina al respecto?