El uso del agua y el atropello indígena

16 Octubre 2011

Los investigadores del Observatorio Ciudadano Raúl Molina y Nancy Yañez, han seguido el camino de la minería en Chile y sus impactos en las comunidades indígenas. En una nueva publicación se advierte que es necesaria una mirada a nuestra Constitución. Por Diana Porras.

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El cuidado y acceso a los recursos hídricos en Chile forma  parte de una preocupación que aumenta por las numerosas denuncias de la población en varias regiones del país. “Es una herramienta de apoyo para estudiantes, investigadores y dirigentes”, concluyeron las asistentes al lanzamiento del libro: “Las Aguas Indígenas en Chile”.

El libro entrega antecedentes que evidencian que prácticamente todos los conflictos ambientales referidos a empresas extractivas de recursos naturales en Chile, las que involucran cuestiones críticas en relación con los recursos hídricos.

Y como se repite en otros países de la región, “estos proyectos (públicos o privados) impactan tierras de propiedad indígena o espacios territoriales de uso y aprovechamiento de otras comunidades locales (pescadores artesanales, campesinos o villorrios rurales)”.

El texto aterriza una lista de demandas que están pendientes y que se están revisando en distintas áreas: judicial, constitucional, legislativo y a nivel ciudadano.

Nancy Yáñez, autora y codirectora del Observatorio Ciudadano, advirtió que desde la Constitución de 1980 y la Ley Indígena el régimen jurídico establece un proceso de mercantilización del derecho del agua y coloca a este recurso en el mercado de bienes y servicios favoreciendo el uso industrial.

Este derecho debe ser revisado según las circunstancias, aseguró la abogada, y apuntó que “el llamado que hace la ciudadanía para revisar la carta constitucional y componer una asamblea constituyente con miras a revisar esta problemática cobra importancia. El eje de discusión en torno a los recursos hídricos abre cuestiones fundamentales de planificación estratégica, de regulación y sustentabilidad, de equidad en un país que crece con responsabilidad social”.

Vilma Castro, líder de la comunidad de Surire y coautora del libro, aseguró que este es un buen material de apoyo porque por esta vía se abren caminos de información legal, pero también sobre lo que sucede en varios lugares del país.

“Mucho de lo que acá se dice es lo que les pasó a muchas personas, a nosotros, es como las formas y los modos que tienen las empresas de convencer a la gente, mintiendo, difundiendo mentiras para conseguir autorización, hay tantos ejemplos de lo mismo que nos pasó a nosotros”, indicó.

El diputado Alfonso Urresti, jefe de bancada del partido socialista, manifestó que el tema de los recursos hídricos debería marcar la agenda porque existen denuncias hace bastante tiempo sobre los problemas en la calidad del agua y también de disponibilidad.

El parlamentario recalcó que “el modelo extractivo de recursos naturales que sustrae el control territorial de las comunidades indígenas, es una fuente de conflicto permanente. El conflicto ambiental, más allá de los residuos, se va a centrar sobre la disponibilidad del recurso”.

La conclusión de este análisis en el libro  “es que la confiscación de las aguas indígenas pone en riesgo la existencia misma de las comunidades, es decir, sus actividades productivas tradicionales y, finalmente, su presencia en espacios territoriales”.

En este escenario, “el Estado hace caso omiso del hecho irrefutable de que las aguas en disputa son indispensables para asegurar el proyecto de desarrollo indígena y su prosecución por parte de las generaciones futuras”.

Publicado originalmente en Radio U. de Chile.

Foto:  MacJewell (CC).