El a,b,c,d,e de los errores del Gobierno

21 Julio 2011

No se confundan, el autogol del Gobierno no es por aquellas estupendas y muy competentes personas que entraron (y salieron) del gabinete. Ése, definitivamente, no es el punto trascendental...

Matias Carrozzi >
authenticated user Corresponsal

Nada de lo visto y escuchado anteayer, ayer, hoy (y seguramente mañana) me hizo echar pie atrás sobre que el cambio de gabinete (o cualquier otro movimiento con antojo pirotécnico) será efectivo ante la opinión pública en el actual escenario mediático/social que padece, con especial crueldad, el Presidente Sebastián Piñera y, peor aún, confirma y agrava el autogol al abrir nuevas puertas por donde se colarán cientos de aristas que, ahora sí que sí, podrían derivar en una crisis política real.

No se confundan, el autogol del Gobierno no es por aquellas estupendas y muy competentes personas que entraron (y salieron) del gabinete. Ése, definitivamente, no es el punto trascendental si lo comparamos con los sufrimientos que les traerá, frente a la opinión pública por supuesto, el:

a) reemplazar “a dedo” a dos nuevos senadores con el inevitable pataleo de la chusma pidiendo “mejor y más democracia”. Ojo, ya van cuatro: Evelyn Matthei, Andrés Allamand, Pablo Longueira y Andres Chadwick, sin contar que, probablemente, recurrirán a la Cámara de Diputados para, como con Gonzalo Uriarte, dar tiraje a la chimenea.

b) darle “de comer” y reorganizar a la oposición con el incuestionable desembarco de los históricos de UDI en La Moneda, reconociendo de paso (y en los hechos) que el diseño tecnócrata fracasó y que los cambios que venían cacareando hace meses los coroneles pudieron haberse realizado a tiempo para (de seguro dirán ahora) no caer en las encuestas.

c) multiplicar las tensiones (y cuchillazos por la prensa) entre los partidos oficialistas al tener ahora a todos sus presidenciables en el gabinete. Y es que será cuestión de minutos el ver como surgirán los roces entre ellos, considerando, por ejemplo, que Pablo no entró a la cartera de economía por ser una eminencia en el área y que las particulares ambiciones (aunque las nieguen) de Rodrigo, Laurence, Andrés y Joaquín competirán por protagonismo e influencia.

d) explicar los enroques y premios, por ejemplo, de Fernando Echeverría, quien pasó de la intendencia de Santiago a la cartera de energía en plena época de movilizaciones (y eso que venía sólo por un año).

En fin, podría seguir aburriendo con los e, f, g, h, i… pero me parece que quedó claro el punto y cualquier persona con dos dedos de frente podrá seguir el listado.

Sebastián Piñera podrá gozar de un poco de paz interna ahora, pero sin lugar a dudas que éste acto se transformará en otro error estratégico de una administración que, ciega por realidades telefónicas y consejos de escritorio, cede a las presiones sin calcular sus repercusiones.

Matías Carrozzi

Sociólogo

 

Foto: Carlos Varela (CC).