Hay una "docencia de la unanimidad". La clase finaliza con un ¡amén!. La antagónica es la docencia que invita a disentir, a dialogar y concluye con un racimo de dudas o convicciones. Lo importante es que la primera adiestra para repetir y la otra a pensar. A los futuros

educadores y a los jóvenes colegas exhorto a  practicar  ésta y aborrecer aquélla. Nuestra es la máxima del maestro Miguel de Unamuno: "No traigo para vosotros el pan que satisface, sino la levadura que inquieta". Añado seamos persona y no rebaño.

Un caso: Se visualiza a Osama como un genocida. Expongo opinión adversa señalando: "Es un egregio patriota. Combate contra los imperialismos de todo pelaje. Asume como causa propia la opresión de Palestina, las amenazas a Irán, el dolor de Irak y Afganistán por invasiones".

¡Óptimo si con lo expuesto produce desconcierto y mejor aun si hay discrepancia! Ello en una atmósfera de pluralidad en la cual el respeto recíproco es esencial. Las Ciencias Sociales suponen diversidad de interpretaciones. Lo otro es arcaica catequesis.

Prof. Pedro Godoy P.

Centro de Estudios Chilenos CEDECH

www.premionacionaldeeducacion.blospot.com

[email protected]

FOTO: Ben Sutherland