Dimos un paso, pero la lucha sigue

Había recibido mensajes en los dos últimos días, pero quise ser paciente y esperar mi turno para corroborar. Ayer tocaba ir por mis medicamentos del mes de Julio, sin duda que era una ocasión especial, durante semanas -y con mayor fuerza los últimos días- he estado insistiendo en la campaña "Tarapacá necesita terapias VIH multi-mes". Dicen que todo esfuerzo a la larga conlleva un logro. Cuando llegué al hospital ya habían más personas antes que yo, bastantes más. Esperé paciente, pero a medida que iban recibiendo sus medicamentos, un ansia y -debo decirlo- una pequeña emoción me atravesaba. Tocó mi turno, de pie frente al mostrador, con una sonrisa que escondía detrás de mi mascarilla, veía como colocaban sobre el mesón dos frascos. Pregunté: ¿es para todos?. La chica levantó la mirada y me dijo: Sí.

Quiero agradecer a todas y todos quienes se sumaron, dieron su apoyo, compartieron alguna publicación, colaboraron con algún video o una palabra. Hoy en Tarapacá se están entregando terapias para dos meses, lo cual permitirá un alivio y una preocupación menos dentro del contexto que estamos viviendo.

El mismo viernes se cumplía el tiempo para que el Seremi de Salud de Tarapacá respondiera sobre el recurso de protección que presenté en contra del Ministerio, lo paradójico es que solicitó ampliación de plazo. ¿Cuáles son las intenciones del Seremi?¿Qué pretende? A pesar que la autoridad regional busca dilatar la tramitación del recurso, en la práctica ha servido para presionar y lograr contar hoy con tratamiento para al menos dos meses en el único hospital que tenemos en toda la región.

Aún hay muchas ciudades donde la medida no se está implementando, así que la campaña sigue activa. La lucha sigue firme, sigue en pie, porque hay que insistir en una política pública, hay que exigir un Programa VIH nacional, avanzar en educación sexual, no sexista, transversal e integral, y que el Estado nos garantice el derecho a la salud y el derecho a la vida. Esta es solo una pequeña contienda, en una pequeña región. Cuando las batallas se dan en colectivo, la historia la podemos cambiar.

Al salir, tomé mis dos frascos y le dije a la chica: Nos vemos en Septiembre.