Al hablar de comunicación alternativa, de lo que en verdad estamos hablando es sobre opciones a los medios informativos tradicionales, representando una crítica ideológica y práctica al funcionamiento del sistema de medios de comunicación que rige en la actualidad, marcando una diferencia real ante la realidad que hoy bajo todo supuesto esta muy descompensada, haciendo que de una u otra manera no tengamos en lo que respecta a información todas las cartas sobre la mesa.

La comunicación alternativa que nos ha proporcionado Internet en los últimos años en todo nivel comunicacional (escrito, audio visual, radial) esta intrínsecamente ligada con la vocación de cambio social de las ansias transformadoras que vive actualmente nuestra sociedad, que bajo ciertos puntos de vista ha tenido la obligación de tener que tomar posiciones extremadamente radicales en el proceso para lograr los objetivos. Si analizamos la historia de las revoluciones sociales, pocas han sido las que no hayan planteado un proceso de cambio radical que no se sustentaran en medios de comunicación alternativos.

Los denominados medios alternativos con el tiempo han dejado de serlo a pesar de estar al margen de los convencionales y muchos disfrutan de gran reconocimiento, circulando por vías paralelas, ya que estos últimos (convencionales) se vinculan con el poder y como tal son parte de esa estructura y sus mismos objetivos, manteniendo una relación de dependencia que han transformado la comunicación en un proceso de dominación ideológica y social, tanto por parte de los gobiernos como de los intereses privados, haciendo un uso arbitrario de la información y sobre todo manipulando el mensaje de acuerdo con los intereses sectoriales, de una “libertad de prensa” que podríamos definir más que nada como una “libertad de empresa”.

Uno de los grandes problemas que nos afecta en la actualidad, es precisamente la falta de credibilidad de los medios de comunicación tradicionales, que por tantos años fueron la base de sustentación de nuestra sociedad. En un pasado no tan lejano, existía un balance de fuerzas comunicacionales que con el pasar de los años se ha perdido totalmente, obligándonos a tener que enfrentar la falta de información relevante y precisa, de lo que verdaderamente ocurre en el país y que es lo que lleva a que se tomen ciertas decisiones PAÍS, que muchas veces son inexplicables y totalmente fuera de propósito; sobre todo cuando se ven afectados los intereses de las corporaciones privadas.

La revolución social que vivimos en la actualidad, nos ha obligado a generar cambios que no podrían haberse concretado de ninguna manera y bajo ningún supuesto, si no hubiesen existido los medios alternativos, ayudándonos a poner los temas sobre la mesa y enfrentarlos como sociedad sin las típicas ambigüedades de las diversas problemáticas, obligando a los políticos y funcionarios de gobiernos en general a tener que escuchar a la ciudadanía y recapacitar ante las posibles decisiones.

Pero a pesar del gran desarrollo que han tenido los medios alternativos y su significancia como común denominador para establecer el balance de la información en nuestra sociedad, aun existen ambigüedades en torno al concepto de lo que verdaderamente representa la comunicación alternativa y cuales deben ser sus objetivos; existiendo en la actualidad escasas definiciones sobre su importancia para el desarrollo democrático, que permitan enfrentar el problema de la desinformación con credibilidad democrática y sustento ético.

El estudio de los medios alternativos resulta en la actualidad vital para explicar el proceso de cambio social que vivimos, ante una forma de relacionarnos con la información nueva y resultante de la interacción de la evolución social de la conciencia ciudadana y la tecnológica en su máxima expresión (internet), como infraestructura estratégica e indispensable para la organización y representación de la vida social, histórica y cultural de una sociedad que a pesar de todo quiere avanzar.

La comunicación alternativa es el motor dinámico de los movimientos sociales, sustentando el proceso de auto-organización y comunicacional entre las instituciones, grupos y movimientos sociales; reivindicando la comunicación participativa y la edificación de una concientización conceptual de la conciencia del hacer, desmitificando los medios tradicionales, socializando el derecho de expresión y la creación colectiva de las comunidades locales.

El expansionismo que vincula las visiones de mundo afines a través de los medios alternativos, se hacen altamente necesarios ante la democratización de la toma de decisiones en la esfera pública y privada, haciendo que los medios alternativos sean una herramienta efectiva para concientizar ideas contra-hegemónicas y reunir grupos con causas comunes, propiciando un desarrollo sostenible en los procesos de cambio social.