Continúan los coletazos por el acuerdo alcanzado entre el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, y la subsecretaria de Educación, Valentina Quiroga. El consenso, sellado el viernes pasado, desactivó el llamado a paro indefinido que estaba programado para este lunes, lo que desató las críticas desde las bases del Magisterio por alcanzar acuerdos sin antes consultarles.

De acuerdo a los profesores, el hecho inédito de que Gajardo realizara estas negociaciones a través de un llamado telefónico recibido desde la subsecretaría de Educación, afecta la dignidad de los maestros.
El convenio logrado entre Gajardo y Quiroga, se relaciona con la llamada agenda corta entre el Magisterio y el Mineduc, que abarca cinco puntos: Bono de retiro de docentes en edad de jubilar, descongelamiento del ingreso mínimo de los profesores, instalación de una mesa de diálogo para resolver la deuda histórica, asignación de más horas para realizar planificaciones y la titularidad de profesores que estén a contrata más de 3 años continuos y 4 años discontinuos con el mismo empleador.

En la conversación telefónica, se lograron despejar dos de estas exigencias, el bono de retiro y la titularidad de profesores a contrata, no obstante fue la forma en la que se alcanzó el convenio lo que desató las críticas, primero desde las bases comunales y regionales de profesores, como las de Maipú, Iquique y Antofagasta entre otros; y luego de miembros del comité encargado de negociar estos acuerdos.

El secretario general del gremio, Darío Vásquez, quien forma parte del movimiento Fuerza Social y Democrática fundado por Jaime Pavez, ex presidente del Colegio, cuestionó el actuar de Gajardo en este proceso, e incluso señaló que él le advirtió de las posibles consecuencias que este acuerdo alcanzado a espaldas de las bases, le podría acarrear.

Además, Vásquez criticó al gobierno por aprovecharse de la desesperación de los profesores que necesitan este bono de jubilación o que requieren ser pasados a la planta de un colegio: “No es justo que el gobierno use la necesidad de solucionar la estabilidad, de tener un bono retiro para dejar botados a otros miles de profesores sin solución en el agobio laboral y en la deuda histórica. Eso el profesorado lo tienen muy internalizado y pareciera que no van a aceptar ninguna otra solución que no sea un acuerdo final con el gobierno en los cinco puntos, y no en dos como está pretendiendo la conducción”.

Vásquez advirtió que el Colegio de Profesores estaría siendo cooptado por la administración de Michelle Bachelet, a través de los miembros de la directiva que son militantes de partidos de la Nueva Mayoría, como es el caso del presidente que es militante del Partido Comunista.

Por su parte, el tesorero de la actual directiva y aliado de Gajardo, Juan Soto, si bien no oculta su cercanía con el oficialismo –es militante del Partido Socialista-, sí cuestiona a sus colegas que han caído en la crítica de la forma por sobre el fondo, lo que les impide ver la importancia de lo que se ha alcanzado hasta ahora.

Además, asegura que el profesorado se está haciendo un flaco favor al caer en estas rencillas menores, y que por estar enfocados en ellas, se estarían perdiendo de vista las reformas importantes que pueden ser abordadas con mayor atención, como es el caso de la deuda histórica o la carrera docente.

“Mire todo el tiempo que estamos perdiendo, porque después qué va a pasar si no nos metemos de lleno a discutir la carrera docente con el Mineduc, que va a salir una reforma inventada e ideada por otros y nos vamos a quedar en la vereda del frente, mirando. Entonces, creo que se pueden hacer las dos cosas”, advierte Soto.

El tesorero del Colegio de Profesores alerta sobre el clima adverso que se estaría creando en contra de la actual directiva y, específicamente con el presidente de la gremial, por lo que hace un llamado a sus pares a deponer estas actitudes y así encarar con unidad los procesos que se vienen en materia de reformas educacionales

Finalmente, este jueves está agendada una nueva reunión entre la comisión del Colegio de Profesores que está encargada de negociar la agenda corta con el Ministerio de Educación, en donde abordarán los temas pendientes de esta exigencia, independientemente de los polémicos acuerdos que alcanzó Gajardo. Sin embargo, el ambiente seguirá crispado según se advierte desde el Magisterio.