[Opinión] Ejercita tus derechos si vas a contratar un gimnasio

[Opinión] Ejercita tus derechos si vas a contratar un gimnasio

23 Septiembre 2017

Los consumidores conozcan sus derechos, entre ellos, a que le informen todas las condiciones relevantes, entre ellos, el precio, los horarios, entre otros.

José Luis Aguilera >
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Atrás quedaron las Fiestas Patrias, y se avecina la primavera, por lo que es habitual que muchas personas quieran ponerse en forma, siendo los gimnasios una de las alternativas más demandadas.

Al momento de contratar los servicios de un gimnasio, es importante que los consumidores conozcan sus derechos, entre ellos, a que le informen todas las condiciones relevantes, entre ellos, el precio, los horarios, entre otros.

Asimismo, los usuarios tienen derecho a recibir un servicio de calidad, lo que implica, por ejemplo, contar con personal idóneo.

Los gimnasios deben cumplir con todo lo que prometen en su publicidad y respetar los horarios de clases, además de cumplir con las características ofrecidas de infraestructura, los tipos de clases, entre otros aspectos.

También este tipo de empresas tienen la obligación de respetar los contratos, pues los consumidores adquieren el servicio privilegiando ciertas características como ubicación, infraestructura, por lo que es inaceptable que luego del contrato, se cambien las reglas del juego.

Por eso, al momento de firmar un contrato, es importante que los consumidores estén atentos a posibles cláusulas abusivas, como por ejemplo, donde las empresas se eximan de responsabilidad ante deficiencias o incumplimientos en la prestación de servicios.

Asimismo, son disposiciones abusivas cuando las empresas indican en sus contratos que reembolsan el dinero sólo en determinadas circunstancias, como fallecimiento o impedimento físico, lo que debe ser acreditado y autorizado por un comité del mismo gimnasio; o que no se responde ante la destrucción o pérdida de los bienes de los usuarios; o se desligan de responsabilidad ante cualquier riesgo en la salud e integridad física o psíquica de los usuarios; o modificar unilateralmente las condiciones acordadas previamente con los consumidores.

Por otro lado, la publicidad y carteles en los que las empresas informan que no responden por daños, accidentes o robos, no tienen validez, pues es su deber entregar un servicio que no afecte la salud o seguridad de los consumidores. 

Finalmente, es importante tener en cuenta que para funcionar los gimnasios requieren una evaluación emitida por la Autoridad Sanitaria, donde se establecen requisitos como la capacidad del establecimiento, extintores, vías de evacuación expeditas, higiene, luz de emergencia, servicios sanitarios, entre otros.

José Luis Aguilera, director regional del Sernac Tarapacá