Unesco podría declarar Patrimonio de la Humanidad a los bailes chinos

Unesco podría declarar Patrimonio de la Humanidad a los bailes chinos

04 Noviembre 2014

La tradición se danza y música nació en el siglo XVI y se mantiene hasta hoy en el norte y centro del país. La postulación se encuentra en la última etapa de revisión y podría ser aprobada a fines de noviembre en París.

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En la última instancia de revisión se encuentra la postulación para que los tradicionales bailes chinos del norte y centro de Chile sean declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

La solicitud fue evaluada positivamente por el jurado internacional, informó el Consejo de la Cultura, que coordina la solicitud ante el organismo internacional.

La nominación podría ser ratificada en la Novena Reunión del Comité para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, que se realizará entre el 24 y 28 de noviembre en París.

“Tenemos la convicción que se trata de una expresión representativa y que guarda buena parte de la historia de la zona central y del norte chico del país”, afirmó la ministra de Cultura, Claudia Barattini.

“Nos hemos propuesto la tarea de relevar que detrás de distintas expresiones y tradiciones está la historia de nuestro país, de nuestras familias, de los pueblos originarios, y todo un patrimonio cultural inmaterial que queremos salvaguardar”, añadió.

La postulación fue formulada luego que 30 agrupaciones de bailes chinos lo solicitaran ante la Unesco y el Estado chileno, con el fin de que este último tome medidas concretas para salvaguardar la tradición. Si es aprobada, la solicitud involucra a casi 60 organizaciones de todo el país.

Un baile chino es una cofradía de músicos danzantes católicos, cuyos integrantes expresan su fe a través de un estilo definido de música, baile y canto. El primero se originó en Andacollo, en 1585, y mantiene su vigencia hasta hoy. Su práctica se desarrolla principalmente desde el norte de Chile hasta los valles de la zona central, fundamentalmente en las regiones de Coquimbo y Valparaíso. La música, las coreografías danzarias (mudanzas) y el arte del canto de las coplas son transmitidas de generación en generación.

La Unesco ya declaró Patrimonio de la Humanidad a Valparaíso, Rapa Nui, Sewell, las iglesias de Chiloé y las oficinas salitreras de Humberstone y María Elena, pero esta sería la primera expresión de patrimonio cultural inmaterial que recibe el reconocimiento.