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Yo también estoy muy triste por esta situación, pero que podemos hacer para que esto no vuelva a suceder, las palabras no bastan, hay que actuar, hay que manifestarse.

Hasta cuando el esfuerzo de los antofagastino es despreciado, se nos van a acabar los recursos y qué vamos a hacer, tendremos que emigrar, tal como lo hicieron los trabajadores de la salitreras.

Yo quiero a Antofagasta, a pesar de vivir hasta los 19 años en Santiago, la quiero y me quiero quedar acá, pero por favor hagamos algo.

No nos quedemos con los brazos cruzados viendo como Santiago y Valparaiso se llevan todo.