El fiscal del caso, Raúl Arancibia, explicó que los hechos se remontan entre el año 2010 y 2011, cuando el acusado realizó diversas tocaciones de significación sexual a la menor en su domicilio ubicado en Alto Hospicio, aprovechando que él se quedaba a dormir allá, pues residía habitualmente en Tocopilla. La menor develó los hechos a su madre en junio de 2011, cuando veían un reportaje de la televisión sobre abusos sexuales a menores.

En el juicio sólo declaró el padre de la menor, ya que ni la madre ni las tías quisieron declarar amparadas en su parentesco con el acusado y tampoco aceptaron que entregara su testimonio la niña. El fiscal además presentó en juicio a los funcionarios de la Brisexme que participaron en la investigación, y el acusado optó por declarar, confirmando los hechos en gran parte.

Terminado el juicio, el Tribunal Oral en lo Penal condenó a Jorge Maureira Quijada por el delito de abuso sexual reiterado. Beneficiándole al acusado dos circunstancias atenuantes (irreprochable conducta anterior y la colaboración sustancial en el esclarecimiento de los hechos), podría recibir una pena de 4 años de presidio.