A pesar de los recursos presentados por el presidente de CODEMAT y de las comunidades de pescadores de las caletas Chanavayita y Chanavaya para impedir la autorización ambiental a estos proyectos, el Comité encabezado por la ministra de Medioambiente María Ignacia Benítez  consideró que ambas iniciativas son viables. 

Como única indicación se instruyó que las centrales, de Southern Cross y Americas Energy Fund y cuya inversión alcanza los US$ 900 millones, instalen estaciones de control y monitoreo de aguas en sus dependencias.

Organizaciones ambientalistas están en alerta por el impacto que las centrales tendrían en la zona. Se estima que colonias de lobos y pingüinos se verán afectadas por los contaminantes emanados de ambos proyectos, los que en 1 año succionarían y matarían todos los organismos marinos contenidos en un volumen de agua equivalentes a 13 kilómetros de largo por 4 kilómetros de ancho y una profundidad de 10 metros.

El daño del shock térmico sobre el medio marino costero sería mayor, ya que las dos centrales termoeléctricas que se instalarán emplean sistema de desulfuración de gases mediante empleo de agua de mar. 

A pesar de esta aprobación, aún queda pendiente la presentación de otros recursos judiciales para impedir definitivamente la construcción de las centrales. 

La Sociedad Conservacionista Kaitieki, está preparando un frente amplio para realizar una ofensiva para evitar la construcción de estas termoeléctricas, aunando esfuerzos con otros actores sociales y llamando a la ciudadanía a defender este sitio prioritario de conservación, que hoy se ve más amenazado que nunca. 

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