El Estado docente es una teoría pedagógica y una praxis educativa. Supone el compromiso de la república de educar a la población.

En todas nuestras Constituciones aparece este deber como preferente,  Jamás es monopólico y no excluye los planteles privados. Es laico, pero no ateísta y plural la adscripción cívica o filosófica de los educadores. Una lástima que las Facultades de educación no  analicen este tema tan trascendente y  se entretengan en la controversia "conductismo" versus "constructivismo".

Nuestro Estado impulsa el surgimiento de una red de planteles. Graduados de las Escuelas Normales y del Pedagógico civilizan a pobres y ricos y a los retoños de los inmigrantes. Las aulas los emulsionan contribuyendo a democratizar y a chilenizar. Premian el esfuerzo y carecen de fines de lucro,  es decir, gratuitos. Sin esa praxis ni Pinochet, Lagos, Bitar o  Bachelet habrían podido estudiar. Desmentir esto es justificar la educación de mercado.

Prof. Pedro Godoy P.

Centro de Estudios Chilenos CEDECH

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