En un sistema político democrático el poder  lo ejercen los partidos desde cuyo seno surgen los candidatos a la Presidencia de la República, al Senado a la Cámara de Diputados,  a alcaldes y  concejales  y los ciudadanos con derecho a voto ejercen su voluntad soberana para elegir a quienes consideren conveniente para defender los intereses de la ciudadanía y sus respectivas comunidades.

La responsabilidad que tienen los partidos políticos en la vida nacional es muy importante, por lo cual sus militantes deben ser  personas dispuestas a entregar todas sus energías y capacidades individuales al servicio del país espacio donde  puedan participar todos los que se sientan interpretados por principios, normas e ideales comunes.

Según las estadísticas emanadas de organismos técnicos, una mínima parte de la población está inscrita en los partidos políticos,  lo que constituye una ínfima cantidad en relación al resto de la población que no participa en colectividades políticas.

Estas organizaciones por ser tan decisivas en la organización de un sistema democrático, sus integrantes deben  ser  personas honorables en el buen sentido de la palabra, eficientes en su trabajo diario, consecuentes con las ideas que profesan y que estén capacitados para  defenderlas respetuosamente.

Pertenecer a un partido político implica asumir una serie de responsabilidades por lo cual esta decisión  debe ser meditada en plenitud,  hacer un compromiso con la sociedad y  estar dispuestos a trabajar intensamente para ser cada día mejores, luchar por el progreso social y lograr una mejor convivencia ciudadana lo que implica una entrega  de amor al prójimo, así como lo hacen algunos jóvenes que en otra faceta de sus vidas entregan parte de su tiempo,  incluso a altas horas de la noche, desafiando la violencia callejera, para entregar una sopa caliente,  un café reconfortante y un pedazo de pan a los que duermen en los lechos de los ríos y bajos los puentes.

Al realizar estas acciones solidarias ellos cumplen con sus ideales de servir al prójimo sin esperar recompensas y al día siguiente vuelven a sus aulas estudiantiles, a sus pupitres universitarios o lugares de trabajo, con la modestia de siempre y satisfechos del deber cumplido, y también hay jóvenes comprometidos con erradicar la pobreza y ocupan el tiempo libre que le ofrece la sociedad en sus merecidas vacaciones estudiantiles y con entusiasmo y sacrificio personal ayudan a los pobladores de los campamentos que lo necesitan a construir sus mediaguas para las familias que no tienen un espacio  donde vivir.

Nuestro país está lleno de hombres y mujeres que tienen sus corazones impregnados de amor y lo entregan sin egoísmos a todos los que lo necesitan.

Como los partidos políticos son la cara visible de la comunidad y constituyen el puente que une al pueblo con el poder político,  es conveniente que cada día sean más confiables y creíbles y eso se demuestra con actitudes positivas en  los momentos que les correspondan aprobar los proyectos que beneficien a la mayoría de los pobladores  y a las comunidades que representan en sus diversos estamentos.

Foto: wakalani (CC).