Ciudadanos & Consumidores: No todo vale en la publicidad

Hace poco el SERNAC denunció a una aerolínea por vender y publicitar pasajes sin tener permiso de vuelo.
Este caso nos recuerda un derecho muy importante para los consumidores; el derecho a una publicidad verdadera y comprobable.
Si bien es legítimo que en la publicidad se utilicen recursos como la exageración o fantasía, el límite está en aquellas expresiones o información que puedan inducir a error a los consumidores o lo confundan respecto a las características de los productos o servicios que se ofrecen.

La Ley es clara y la publicidad no es sólo convencer y motivar a la compra, si no es toda comunicación que la empresa dirige al público para informarlo.
Pero además la Ley agrega que lo que se anuncia en la publicidad pasa a formar parte del contrato y por lo tanto, se debe cumplir tal como si estuviera escrito. Por ejemplo, si una empresa promete que su producto lo hará adelgazar en 2 días debe cumplirlo.
Si una aerolínea vende pasajes, debe estar en condiciones de cumplir su promesa. Si una institución educacional ofrece un determinado campo laboral, eso debe entregar.
Es todavía más importante que se cumpla la Ley cuando hablamos de la publicidad en la compra de una vivienda que tenía menos metros de los prometidos o de la contratación de un servicio educacional que no cumplió el campo laboral que se ofreció. El daño a los consumidores en estos casos es mucho mayor.
Pero además la publicidad debe ser clara y entregar información relevante sobre los productos y servicios al consumidor.
Una publicidad que por ejemplo, contiene letra tan chica que los consumidores no alcanzan a leer, no cumple. Tampoco si los consumidores tienen 2 segundos para ver un mensaje que pasa por televisión.
Los consumidores muchas veces toman sus decisiones basados en la publicidad. Por eso las empresas deben ser profesionales y cumplir la Ley. En materia de publicidad, no todo vale.