La medida no incluye, sin embrago, a Jerusalén Oriental, lo que ha provocado el rechazo palestino.
La iniciativa fue acordada con el presidente de EE.UU. BarackObama, en la entrevista que mantuvo con Netanyahu semanas atrás. George Mitchell, el representante personal de Obama para el Medio Oriente, definió el anuncio de Netanyahu como un “paso adelante”, aunque agregó que “el gobierno de EE.UU. continúa viendo como no legítima toda la colonización en los territorios ocupados en Cisjordania y Jerusalén”, en un claro gesto para con la Autoridad Palestina y su presidente, Mahmoud Abbas.
La proclama de Netanyahu se produce en momentos en que Abbas finaliza una gira por Brasil, Argentina y Chile, donde repitió las razones por las que no puede permitirse el retorno a la mesa de negociaciones con Israel hasta que no se congele, aunque sea temporalmente, la construcción en las colonias judías en Cisjordania y en Jerusalén Oriental.
A este debate se agrega la aparente inminencia de la resolución del intercambio de prisioneros entre Israel y Hamas, que de concretarse, reforzará a la organización fundamentalista islámica.
La construcción de asentamientos israelíes en territorio palestino contradice las leyes de Ginebra para situaciones de guerra, que prohíben el asentamiento de ciudadanos del país ocupante en el territorio ocupado, como lo vienen haciendo gobiernos israelíes desde 1967. Hoy el número de colonos israelíes en Cisjordania llega a 250 mil, a los que hay que sumar otros 200 mil habitantes de los barrios de Jerusalén Oriental, donde se construyeron barrios judíos en las zonas expropiadas a palestinos.
La desconfianza de Abbas hacia Netanyahu hace difícil que el presidente palestino acepte regresar a la mesa de negociaciones, sin que se suspenda completamente la construcción en las colonias de Cisjordania y Jerusalén.
Sin embargo, la moratoria propuesta por Netanyahu no incluye Jerusalén Oriental, donde los palestinos aspiran a establecer la capital de su futuro Estado. El premier observó que Jerusalén es considerado por Israel un asunto diferenciado y fundamental del conflicto, a tratar en las conversaciones para el estatuto definitivo de paz.
En respuesta a la propuesta de Netanyahu, el jefe de gobierno, Salam Fayad, manifestó que la paralización en las colonias propuestas por Israel era inaceptable, en tanto no incluyera Jerusalén.
Por su parte, el jefe de la negociación palestina para la negociación con Israel, Saeb Erekat, rechazó la propuesta de Netanyahu: “Ni siquiera es “sin precedentes” como quiere plantearse a la comunidad internacional, ya que a lo sumo significa una reducción temporaria de la construcción de las colonias y no su congelamiento”, sentenció. “Jerusalén Oriental es parte integral de Cisjordania y la construcción en territorios unilateralmente anexados por Israel, demuestran que no habrá un verdadero congelamiento, sino a lo sumo una reducción”.
Comentaristas políticos en Israel señalaron que el hecho de que ministros del ala más dura del gobierno de Israel, como el canciller Avigdor Lieberman, votaron a favor del congelamiento. Esto habla de la certeza de este sector de que el congelamiento será parcial y temporario.
En una primera reacción, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, se declaró satisfecha: “El anuncio del gobierno israelí ayuda a avanzar hacia la resolución del conflicto israelí-palestino”, expresó en un comunicado. Y fue más allá al asegurar que éste será un factor que ayudará a resolver el tema del intercambio de presos “acordado” entre Israel y Hamas, que abre la posibilidad de que en los próximos días Israel comience a liberar cientos de presos palestinos y recuperar así al soldado Guilad Shalit.
Fuentes:-
Clarín
La Nación