La Reflexión

La Reflexión

28 Septiembre 2008
La reflexión es la madre de la Sabiduría. Por Liisa Varis Conval
Liisa Varis Conval >
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Cuando reflexionamos acerca de nuestro modo de enfrentarnos a los acontecimientos que nos presenta la Escuela de Vida, podemos observar cómo hemos actuado y cómo nos hemos sentido. Tomamos contacto con nuestro Ser Interior y desde allí, en lo más profundo de nuestro corazón, sentimos. Los sentimientos nos afloran a la superficie y podemos regocijarnos de sentirlos y sacarlos a la luz. Esto llega a ser como un remedio para nuestras viejas heridas si las hubiese habido, que estoy segura las hay en el corazón humano. Es así como vamos curándonos y ya nunca más debemos preocuparnos por los sucesos del pasado... ¡Agua pasada no mueve molinos! De aquí en adelante sólo serán lecciones que hemos aprendido para avanzar en nuestro despertar de conciencia.
Todos sufrimos dificultades en el camino de la Vida y es para estar preparados, para cumplir algún propósito importante que exige del ser humano lo mejor. Se está preparado con la sabiduría que obtenemos de habernos enfrentado a las diversas pruebas que aparecen en el Camino. Son las vicisitudes de la vida las que nos van a enseñar, las que finalmente nos conducen de lleno hacia lo que somos. Nos vamos quitando poco a poco las máscaras con que hemos aprendido a actuar y dejamos a la luz nuestra verdadera esencia de lo que somos.
Es positivo y sabio aprovechar los recuerdos de modo que favorezcan y hagan fructífera nuestra vida. Es una digna forma de honrar nuestro pasado que ya forma parte de uno. Es importante, continuar adelante con valor y aceptando los retos. No debemos vivir con temor a equivocarnos, sin errores no hay conocimiento. El éxito en las tareas o proyectos, sean personales o profesionales, no se miden tanto por la posición que uno ha alcanzado en la vida como por los obstáculos que hemos ido superando en el esfuerzo por triunfar.
Deleitémonos por estar llenos de confianza y de un Valor sin límites. El heroísmo personal se mide por el ímpetu con que afrontamos los desafíos. Allí donde algunos ven adversidad o desesperación, oscuridad o desánimo, debemos intentar hallar la luz. Muchas crisis, son un verdadero reto para obligarnos a ir más allá de nuestros propios límites y cuando los cruzamos, comprendemos la grandeza que hay en nuestro interior como un verdadero diamante en bruto. Debemos transformarnos entonces, en ese tallador del diamante en bruto que esta en lo más profundo de nosotros mismos.
Coge tu lamparilla y pon la luz dentro de ti para que puedas sacar uno a uno cada diamante en bruto que hará rica tu vida, tu existencia. Atrévete a soñar con cosas mayores! Tú puedes lograr todo lo que te propongas, solo ten claro, qué es aquello que más deseas y qué estás dispuesto a dar a cambio de ello. En la vida todo tiene un precio y también tenemos que estar dispuesto a pagar ese precio, por ello, sé preciso y claro, en lo que pides.
"Tu visión sólo será clara cuando observes tu corazón. El que mira fuera, sueña. El que mira dentro, despierta".
FOTO: flarre
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