Allende vive en el Corazón de los Chilenos

Allende vive en el Corazón de los Chilenos

28 Junio 2008
Allende construyó buena parte de su camino, el mejor camino de Chile, en realizaciones: mayores fuentes de trabajo, más medios de educación, mejores ingresos para los sectores más pauperizados. Por José Martínez F.
José Martínez F... >
authenticated user Corresponsal
“La denominada vía allendista al socialismo –como la llamó Jorge Arrate- determinó la adjetivación peyorativa de “socialdemócrata” que recibió, de parte de algunos, el presidente Salvador Allende.
En efecto, el camino elegido por Allende mereció la desaprobación de algunos sectores que no eran partidarios de la vía pacífica hacia el socialismo, incluidos sectores del mismo partido de Allende, el Partido Socialista de Chile, cuya ala más radicalizada lideraba Carlos Altamirano.
Allende, en cambio, como inteligente conocedor de la historia de Chile, de la idiosincrasia de sus habitantes y como magnífico y lúcido estudioso del marxismo mantuvo la serenidad que suele pertenecer a los grandes hombres y propugnó un camino de reformas que alcanzarían a conmover la historia nacional de manera peculiar.
“Cada dirigente debe proceder al análisis concreto de una situación concreta, esa es la esencia del marxismo. Por eso cada país frente a su realidad traza su propia táctica”, le había dicho a Régis Debray.
Riquezas mineras básicas (como el cobre) volvieron a pertenecer a Chile. Otras
conquistas señalaron también que Allende iba por buen camino. Si Bernardo O’Higgins (por quien Allende sentía gran admiración) había logrado la independencia política, él –Salvador Allende- estaba construyendo su independencia económica.
El camino elegido por Allende para llevar a nuestro país al socialismo era lento, pero se hacía. Che Guevara, visionariamente, mucho antes del triunfo electoral de Allende, había dicho que el líder chileno perseguía sus mismos fines pero por distinta vía.
Allende construyó buena parte de su camino, el mejor camino de Chile, en realizaciones: mayores fuentes de trabajo, más medios de educación, mejores ingresos para los sectores más pauperizados, etc. Su gobierno, por la transparencia de su actuación, se ganó el respeto de prácticamente todas las naciones del orbe.
En ello prevalecía la limpieza política de su conductor, mas esto no se veía tan claramente aquí debido al celo de las pasiones políticas, que, al fin de cuentas, fueron elementos que incentivaron el golpe de Estado de 1973.
Ese día Allende se enfrentó a su destino y creció de una manera singular en el mundo entero, echó raíces en la historia del mundo como sólo pocos chilenos lo han conseguido. Ese once de septiembre de 1973 Salvador Allende cayó combatiendo por Chile y por su pueblo, luego que –en un discurso sereno e inteligente- dejara testimonio de fe inquebrantable en sus principios políticos. Muchos que tildaron al presidente de “socialdemócrata” no estuvieron con él en La Moneda y, al contrario, buscaron el camino del exilio donde algunos ya han renegado de sus posiciones “revolucionarias”.
Allende murió en La Moneda y su muerte fue heroica, porque –contra toda intención inventiva- cayó enfrentando a un enemigo poderoso.
El transcurso del tiempo ha ido colocando en el sitial que le corresponde a cada uno. Allende tiene la estatura que se hizo más evidente al aunar teoría y praxis, lo que lo transforma en un claro ejemplo revolucionario, lo que es reconocido por Fidel Castro, el héroe máximo de la emancipación antiimperialista latinoamericana de este siglo veinte. Dice Fidel:
“Pocas veces en la historia se escribió semejante página de heroísmo. Nunca en este Continente ningún presidente protagonizó tan dramática hazaña. Salvador Allende demostró más dignidad, más honor, más valor y más heroísmo que todos los militares fascistas juntos”.
Válido testimonio de un gran revolucionario sobre otro gran revolucionario.
La mejor manera de rendir homenaje a Salvador Allende es mostrando parte importante de su vida, de su pensamiento político y de lo que han dicho sobre él figuras prominentes de la política y del arte.
En este libro está expuesto ello.
Al final se inserta un testimonio del que fuera su asesor presidencial, el pensador español Joan Garcés, sobre el fatídico día en que Chile cayó en la más larga de sus noches; etapa que esperamos sea superada a corto plazo para salvar a Chile de un holocausto inútil, para recuperar Chile para los chilenos como lo quisieron los grandes hombres de este país que nace con O’Higgins, crece con Balmaceda y se hace carne y honor con Allende, para luego caer en el período miserable que vivimos y que, reiteramos y tenemos fe, esperamos culmine muy pronto”.
FUENTE:
“Allende: su vida y su pensamiento político” (200 páginas). José G. Martínez Fernández. Ediciones Palabra Escrita. Santiago de Chile, septiembre de 1988. Edición de 3.000 ejemplares (Agotada).
FOTO: inti
________________________________________________
"Las opiniones vertidas en los comentarios son de exclusiva responsabilidad de los ciudadanos que las emiten y no representan necesariamente a El Nortero, medio que sólo actúa como plataforma de expresión democrática. Más detalles en Normas de Uso para Comentarios"